Volver ocho años después

La empresa es de tal relevancia que el cosquilleo de las grandes citas sale solo. Se intentan quitar con el trabajo diario que provoca la distracción. Esta tarde, el Varea realiza la última sesión. Todos están bien, en plenas condiciones. Suárez lo achaca al «gran trabajo coral de todos», al esfuerzo de los futbolistas y al cuerpo técnico, en especial, al fisioterapeuta, «que ha realizado un esfuerzo descomunal para llegar hasta aquí».

A un encuentro que se espera que sea tremendamente igualado, competido y con viejas rencillas por resolver. Y es que ocho futbolistas de las actuales plantillas han luchado por ambos escudos. Suárez es uno de ellos. Tres temporadas ha vestido de blanquirrojo. Una, la presente, de arlequinado. «Claro que es un partido especial pero eso no es un aliciente más. No hay mayor premio que ganar y subir de categoría. Eso es único», sentencia.

Para ello deberán de celebrar un gol más que su rival. El empate le vale a la Sociedad Deportiva Logroñés. Un beneficio que el arlequinado cuestiona dependiendo la forma en que afronte el encuentro el líder de la tabla. «Puede ser un aspecto a nuestro favor ya que si ellos son conservadores y se lo piensan, pueden darnos vida y más posibilidades de ganar».