De República Argentina a Málaga

Málaga se despereza muy lentamente, ajena a los intereses de UD Logroñés y Castellón. Aquí casi nadie es consciente de que en La Rosaleda, esta noche, un equipo, una ciudad, y toda una región saldrán por la puerta grande con una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa de Segunda. Por contra, el club derrotado tratará de superar el mal trago para el asalto del miércoles.

Un operario de limpieza riega la plaza de La Merced y borra los últimos restos nocturnos: unos cuantos vasos de plástico, papeles y otras tantas mascarillas tiradas. Mientras, se despliegan las primeras terrazas en busca de los (pocos) turistas madrugadores. En una esquina, velada, discreta, sin darse importancia, se levanta la casa en la que nació el genial Pablo Ruiz Picasso. La llamada 'Casa de Campos' acoge la fundación que se dedica a promocionar la obra del internacional artista local. Casi nada. Málaga es así, una sorpresa en cada esquina.

Ajenos a todo esto, a unos cuantos kilómetros de la capital, en el hotel Las Dunas de Estepona, la plantilla de la UD Logroñés comparte desayuno y sueños. No hace falta charla motivadora ni recordatorio de lo que hay en juego. Las miradas son especiales esta mañana. En la mente de cada futbolista blanquirrojo pasa toda la temporada en imágenes en unos pocos segundos. Un año natural hoy desde que el 18 de julio del 2019 comenzara la pretemporada en el Mundial 82. Cualquier discurso sobre el partido de 'play off' exprés sonará a repetido. Toca relativizar, canalizar emociones y focalizar todas las fuerzas en el objetivo final: el ascenso

Los alrededores de La Rosaleda también permanecen al ralentí. Solo algún trabajador de la Federación Española de Fútbol, con la acreditación al cuello, altera el paisaje urbano de una ciudad soleada, muy soleada. Llegan noticias de que hay algún aficionado blanquirrojo que se ha desplazado hasta Málaga para acompañar, aunque sea desde el exterior, a su equipo. Si están, de momento no han dado señales de vida. Aunque de fondo, en la distancia, se adivinan unos acordes que suenan familiares, muy familiares, pero es difícil descifrarlos. Un momento, ¡sí, los conozco! Son canciones que llevan un año por el aire, viajando. Partieron desde República Argentina para llevar en volandas a su equipo hasta la Segunda División. Son puro pellizco en el corazón que han llegado a Málaga para que los suyos, sus héroes, no se sientan solos. Son Las Gaunas y Laurel, son Espolón y San Juan, son Parque del Ebro y Cuatro Cantones, son Pita y Noly y Simeón. De República Argentina a Málaga. Lucha y vence. Blanco y rojo.

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