El Haro no da con la tecla

El sintético de Mutilnova, muy encharcado por la intensa nevada producida horas antes, no parecía el terreno idóneo para jugar por abajo. De inicio, los locales sí trataron de combinar y llegar por los costados, especialmente por el izquierdo; el Haro, en cambio, optó por esperar atrás y salir al contragolpe. Más allá de un tiro fuera de Briñol, no hubo aproximaciones de peligro en unos primeros compases de respeto mutuo. El terreno de juego no ayudaba. Circular el balón se convirtió en un casi imposible.

Ambos equipos apostaron por un intercambio de envíos directos que propició que abundasen las disputas, los duelos individuales y las segundas jugadas. Eizmendi tuvo en su cabeza la primera gran oportunidad visitante en el minuto 25: después de un primer remate a la salida de un saque de falta, el extremo beasaindarra colocó un testarazo junto al poste que Valencia atrapó sin complicaciones. Con el avance del duelo, el conjunto jarrero elevó su nivel defensivo y dejó de conceder llegadas. Mikel Bueno, en el minuto 37, volvió a avisar al meta local a pelota parada. En el 41, el Haro estuvo cerca de adelantarse. Bueno cedió atrás un balón aéreo y Joseba, desde el interior del área, se topó con la pierna de un zaguero cuando su golpeo iba camino de transformarse en el 0-1. El cuadro de Aitor Calle fue claramente de menos a más en la primera parte.

La tónica del choque no cambió tras el descanso. Los dos conjuntos, con más miedo a perder que hambre de ganar, primaron no encajar. El dominio de la escuadra jarrera fue a menos. Sin poder asociarse, los balones largos sobre Mikel Bueno se convirtieron en el principal recurso del Haro para acercarse al arco de Valencia; los visitantes, sin embargo, solo llegaron con un cabezazo tibio de Joseba en la primera media hora. Calle trató de dar profundidad a su equipo con un doble cambio. Introdujo a Manjón e Iván Garrido y retiró a Josua y Eizmendi. Pegados a los costados, los revulsivos apenas pudieron explotar su uno contra uno. Los charcos siguieron dinamitando cualquier acción mínimamente elaborada. El Mutilvera, al menos, transitaba lejos del área visitante. Los anfitriones no encontraron nunca la manera de penetrar en la férrea defensa del equipo harense.

El cuadro foráneo intentó dar un paso al frente en los últimos compases. Los hombres de Calle marcaron en el minuto 75, pero el colegiado anuló el gol de Mikel Bueno por fuera de juego. Fue un oasis en medio del desierto. Sin ideas ni claridad, ningún conjunto se mostró superior. Ni en los tres de añadido llegaron oportunidades que desequilibrasen el esperado empate a cero. La victoria se resiste para un Haro que, por primera vez esta campaña, no recibió ningún tanto.

El técnico del Haro, Aitor Calle, valoró la igualada cosechada en Mutilva: «En la situación en la que estamos, el empate nos sabe a poco. Llevamos siete jornadas sin ganar y necesitábamos la victoria, pero hay que darle valor al punto. Mutilnova es un campo muy complicado. Conseguimos dejar la portería a cero por primera vez. Me parece un buen comienzo para remontar esta situación tan adversa».

En la segunda parte, pese a buscar el gol con ahínco, volvió a faltar puntería. El preparador prefirió ver el vaso medio lleno: «Tenemos que mirar hacia la luz. Vi a un equipo competitivo, con muchas ganas, y los cambios aportaron cosas. Hay carencias, pero somos los que somos y debemos tratar de ejecutar mejor algunos aspectos. El vestuario está animado. Veo a los jugadores más fuertes que hace algunas semanas».