La UDL ya tiene portero titular

«El club ya me ha comunicado que iba a buscar un portero y que la idea es que yo salga», admitía Buigues en estas mismas páginas el 2 de agosto. Su comportamiento ha sido y es ejemplar a pesar de que el año pasado sólo jugó los últimos minutos y, además, vivió actuaciones cuestionadas. «Me toca entrenar y ahora hay que llegar a un acuerdo con mi representante para buscar lo mejor para ambas partes. Si ellos quieren que salga tienen que llegar a un acuerdo con mi representante y ya veremos. No sé dónde iré, pero aquí estoy tranquilo», añadía.

Durante este mes, la entidad ha estado trabajando en la rescisión del contrato del alicantino. La llegada de Miño permite pensar que el acuerdo está muy cercano porque el barcelonés será titular en unos días en Vitoria, en el inicio de la Liga.

«Los porteros siempre estamos en el ojo del huracán y siempre hay que estar con la máxima dedicación y concentración para dar el rendimiento esperado. No tengo ninguna duda de mis posibilidades y en ese sentido estoy tranquilo», decía ayer el jugador a la web del club cuando se le preguntaba por la responsabilidad del puesto.

Para Miño, Las Gaunas no es un recinto desconocido. Lo visitó en octubre del 2009, con el Barcelona B, aunque no jugó. Formado en La Masía, en aquellos años gozó de su presencia en el primer equipo, incluido el Mundial de Clubes del 2010, y en España Sub'21, con la que disputó la Eurocopa en dos ocasiones, 2009 y 2011. Todo aquello se acabó y comenzó una etapa nueva que le llegó a Palma de Mallorca, Oviedo y Albacete, siempre en Segunda División y con desigual fortuna, pero también a Larnaca, destino de futbolistas españoles, y a Iasi, ciudad rumana donde juega el Politehnica. Logroño es su nueva parada.

«Puedo aportar experiencia, tengo 30 años, que para un portero es la edad ideal y creo que puedo ofrecer mucho en este Logroñés. Espero dar el nivel que estaban dando los porteros del equipo e igualar lo del año pasado, o sea, meternos en 'play off' y luchar por el ascenso. Si no tuviera esa ambición por mejorar, y eso es subir a Segunda, no vendría aquí», apunta Miño.