Miguel Martínez, portero de la UD Logroñés, se ha convertido en una muralla para los rivales. Justo Rodriguez

La muralla de la UD Logroñés

Miguel Martínez acumula ya 709 minutos sin encajar un gol y confía «seguir en esta dinámica» | El último tanto que recibió el portero riojano fue en Anduva, frente al Mirandés, en la jornada dieciséis

Eloy Madorrán

Logroño

Martes, 5 de febrero 2019, 13:40

Campo de fútbol de Anduva. Miranda de Ebro. Jornada 16. Minuto 11 de partido. El defensa del Mirandés, Sergio, remata de cabeza en el área pequeña, Miguel Martínez repele el balón pero Sergio, libre de marca, vuelve a cabecear con el portero logroñés ... ya en el suelo y anota.

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Hay que remontarse al 9 de diciembre de 2018 para descubrir el último gol que encajó Miguel Martínez de Corta, el capitán y portero de la UD Logroñés. La muralla blanquirroja. Siete jornadas después, el equipo que entrena Sergio Rodríguez acumula dos empates sin goles (en Las Gaunas ante el Arenas y en Izarra) y cinco victorias (tres en Las Gaunas, 1-0, ante Racing, Cultural y Langreo; y dos fuera, 0-1 en Barakaldo y 0-2 en Mareo). En total, Miguel Martínez de Corta arrastra 709 minutos sin encajar un gol. Unos números que el guardameta ve «complicado» que se vuelvan a repetir. «Ojalá podamos seguir en esta dinámica de pocos goles, y en lo colectivo, de sumar de tres en tres», confirma Martínez de Corta.

Estos registros han permitido a la UD Logroñés remontar un deficiente arranque liguero. Ahora los blanquirrojos son terceros en la clasificación y se confirman, junto al Racing de Santander, como el equipo más en forma de la categoría. Sólo riojanos y cántabros han sido capaces de ganar los cuatro partidos del 2019.

En lo personal, los 709 minutos que suma Miguel sin encajar un gol le han puesto en el mapa mediático. Y es que la UDL es el equipo que menos goles ha encajado (nueve en veintitrés jornadas) de las primeras categorías de las mejores ligas europeas. «Mi padre ni se había enterado. Y cuando vio el reportaje de Diario LA RIOJA lo plastificó para tenerlo de recuerdo», recuerda con orgullo el portero.

Y es que Ángel y Leo han sufrido siempre con su hijo, desde que el joven Miguel partió para intentar ganarse la vida con el fútbol: Calahorra, Zaragoza, Lleida, Huesca, Albacete, Alavés y UD Logroñés. Ángel dejó de ir a los campos de fútbol porque se ponía demasiado nervioso. Y Leo tampoco aguanta lo nervios. Ni siquiera está tranquila viendo los partidos por TVR. «Sólo ven los resúmenes de la tele y las tertulias», bromea Miguel.

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El capitán lleva seis temporadas en el equipo de su ciudad, un plus añadido que le permite disfrutar de cada pequeño logro que consigue la plantilla. Por eso, Martínez de Corta reconoce que para la autoestima «resulta positivo». Pero prefiere que se hable del colectivo:«Siempre es bueno que se hable del equipo por unos números excepcionales. Son los mejores a nivel de Europa de las tres categorías profesionales. Y eso dice del buen hacer de todos. Para la autoestima personal y colectiva viene bien», argumenta.

La temporada de Miguel Martínez está siendo atípica. Y es que, debido a la seriedad defensiva de todos los compañeros, apenas está teniendo que intervenir en los partidos. Pero siempre acaba sacando dos o tres balones de gol. «Están llegando claras una o dos ocasiones por partido. Lo que pasa es que estamos teniendo unos resultados en los que marcamos y, si no encajamos, sumamos de tres en tres. Por eso están teniendo importancia las intervenciones, pero hay que estar preparados para que te tiren poco y puedas sacar los balones».

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Entrenador de porteros

La Unión Deportiva Logroñés está protagonizando un camino, lento pero firme, hacia la profesionalización del club. En ese sentido, la figura del entrenador de porteros es clave para entender el buen momento de forma de Miguel Martínez de Corta y de Iván Buigues. «Tener un entrenador de porteros, una figura de la que se ha carecido aquí, es importantísimo. Un chico, porque al final es más joven que yo (risas) que está ahí día tras día elaborando los entrenamientos, cada día preparando ejercicios diferentes en función del rival... Estos números reflejan el trabajo de todos, de todo lo que nos rodea. Y ahí entra el cuerpo técnico y, en lo que a los porteros se refiere, el trabajo del entrenador de porteros», relata Miguel Martínez.

A los futbolistas no les gusta hablar de ellos mismo. Por eso, cuando a Miguel se le pregunta por su principal cualidad como portero, mira al cielo y piensa unos segundos:«Estos últimos años, si tengo una palabra que me defina como portero, diría tranquilidad. Tengo experiencias en las que afrontar los partidos desde un punto de ansiedad y nerviosismo me ha demostrado que a mí no me va bien. Por el contrario, afrontarlos desde la tranquilidad de que todos los partidos son iguales, que se trata de pelear por tres puntos, hace que saque lo mejor de mí».

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