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Logroño. Hay momentos de la pretemporada en los que conviene hacer un llamamiento. Enseñar las cartas y dar un golpe en la mesa. Cuando se atraviesa el ecuador de la preparación y la temporada regular está cada vez más cerca, cuando a los jugadores les ... empieza a costar pensar en los tediosos ejercicios y comienzan a soñar con las titularidades, alguien debe dar un paso adelante.
Y Sergio Rodríguez, un hombre siempre mesurado y calmado, lo dio ayer, un día después del encuentro ante el Anguiano y dos antes del encuentro de presentación del equipo en Las Gaunas frente a un rival de Segunda División, como ya es el Racing de Santander.
En el centro del campo de hierba artificial del Mundial 82, entre dos tandas de ejercicios, se rodeó de toda la plantilla y lanzó un mensaje claro y meridiano. «Esto no es cuestión de talento, sino de actitud y de querer. De trabajo de equipo. El que no trabaje lo va a tener muy difícil», sentenció ante el silencio general. «El trabajo es innegociable. Se puede fallar un pase, fallar, un gol... Pero lo otro, no», incidía. Y, sin señalar a nadie, dejaba en el aire la duda, para que todos reflexionasen: «Hay gente a la que le está costando».
Una clara advertencia de por dónde van los tiros, como hace un par de días hiciese el técnico del Mallorca, Vicente Moreno, delante de sus futbolistas. Los objetivos sólo se consiguen mediante sudor y la meta está más cerca cuanto más se trabaje.
Nada más terminar el discurso, vuelta al trabajo y, a partir de ese momento, ni una sola palabra más, como si el mensaje hubiese calado en la plantilla y sólo tocase centrarse en el balón, que sigue siendo el puntal en el que se apoya el preparador.
Además, parece que la filípica de Sergio Rodríguez es sólo de consumo interno, una manera de tener a todos los futbolistas enchufados. Cara a la galería, el discurso cambia al hablar de la pretemporada. «Estamos contentos, con buenas sensaciones. Es lo que esperábamos, ir paso a paso», explicaba tras la sesión preparatoria. «Nos encontramos cada día mejor, especialmente la gente que ha llegado nueva y se tiene que aclimatar. Estamos en el momento lógico, acumulando carga de trabajo física, acumulando conceptos tácticos y, evidentemente, corrigiendo cosas que poco a poco debemos ir mejorando», reflexionaba.
Porque todavía hay capacidad de mejora, que significa acudir al mercado de verano. Por el momento, la Unión Deportiva Logroñés puede fichar a un par de jugadores jóvenes, aunque las circunstancias puede cambiar si se libera una ficha de futbolista profesional, algo que puede pasar con el guardameta Iván Buigues o con cualquier otro miembro de la plantilla. «La prioridad son los sub-23 y si hay algún caso puntual, se valoraría. Pero estamos abiertos a sub-23», decía el entrenador riojano.
En el área se están poniendo los focos, pero el equipo recibiría gustosamente más refuerzos. «La portería es una de las posiciones a cubrir, tiene mucha importancia, pero todas las posiciones resultan importantes», aseguraba. «Tenemos una buena plantilla hasta ahora, pero creo que para tener profundidad debemos acertar con la gente que se incorpore. No es fácil porque si no llegan al principio el tiempo se te echa encima, pero la dirección deportiva está haciendo un buen trabajo y esperamos que en breve podamos contar con más efectivos», concluía Sergio Rodríguez.
Por su parte, el lateral Miguel Santos, tras el entrenamiento de ayer, se mostraba optimista de cara a la temporada. «Creo que tenemos una gran plantilla para hacer cosas muy importantes», explicaba. «Tenemos muchas ganas de presentarnos ante nuestra afición, de que conozcan al nuevo equipo y queremos hacer un gran partido», añadía.
Intensa sesión matinal en el Mundial 82 con ejercicios combinativos y mucho desgaste físico a causa del calor. Las buenas noticias del entrenamiento fueron la incorporación al entrenamiento de Rubén Martínez, que ha superado ya su microrrotura muscular y se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros, y de Iván Buigues. El portero, con problemas en los isquiotibiales, no se había entrenado desde el pasado viernes ni jugado ante el Numancia y el Anguiano. Vuelve a ocupar la portería, aunque parece claro que su salida del club será rápida porque así se lo han hecho saber.
La mala noticia fue que Ousama Siddiki no acabó la sesión. Una sobrecarga en el isquiotibial que no parece grave pero que invita a la precaución y al descanso, al menos, de unas horas para evitar que los problemas se agraven.
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