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Zaragoza B, Huesca, Real Zaragoza... El Calahorra acumulaba 270 minutos de pretemporada sin ver portería. Hasta que en La Salera se abrió la caja y cayeron nada menos que cinco goles. Los rojillos respiraban aliviados.
Uno de los protagonistas de la goleada fue Alejandro Chaco, ... que anotó los dos primeros. Al delantero alicantino llegado esta pretemporada esa falta de pólvora no le preocupaba demasiado. «Es durante la temporada cuando hay intranquilidad si no se marca. En pretemporada, la falta de gol es anecdótica», resume el ariete proveniente del Badalona y que, a sus 30 años, acumula una dilatada experiencia en Segunda B.
Chaco será uno de los puntales ofensivos de los de Miguel Sola, con su altura (1.90 metros) y su experiencia (178 partidos en Segunda B en equipos como Coruxo, Sant Andreu, San Roque, Marbella, Jumilla o Badalona), reconoce que es «un delantero atípico». «No soy pequeño pero tengo bastante movilidad, suelo caer a las bandas, bajo balones...», explica. Cree que Sola ha confiado en él por la «experiencia» y también por su capacidad goleadora. «El entrenador siempre te pide goles, pero no sólo es eso. Hay que ayudar para ganar los partidos», añade el ariete, que el curso pasado anotó cinco goles.
Pero más allá de las metas personales, lo que importa ahora es la preparación física. «Toca trabajar fuerte para lograr el rendimiento durante el año. Y me está gustando mucho el trabajo que estamos haciendo, tanto en lo físico como en lo táctico», resume. Por ahora, Chaco sólo tiene palabras de elogio para el entorno rojillo. «No sé si es porque ya tengo unos años, pero nunca había vivido una adaptación tan buena, con un gran grupo de compañeros y de cuerpo técnico», sintetiza.
El objetivo de la temporada será el de seguir dando pasos adelante y, en este sentido, Chaco es optimista: «Veo a un gran equipo, con un gran grupo humano, dentro de un club que lo está haciendo bien. Estamos capacitados para dar sorpresas y podemos ir de tapados», incide.
Queda la recta final de la pretemporada y cada partido será un mundo. «Ganar en casa contra el Burgos nos daría confianza y sería bueno», analiza, aunque sin olvidar que el objetivo será la temporada. «La Segunda B es un poco de psiquiatra y hay que adaptarse a todo: a jugar contra filiales, a jugar en casa dominando, en otros habrá que aguantar...», concluye.
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