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Este y Oeste. Más de uno pensaba en dividir el mapa español en norte y sur, pero al final no ha salido la propuesta. El Calahorra, que ayer presentó a su nuevo entrenador, apostaba por la presencia de clubes catalanes y no extremeños, madrileños ... o castellano manchegos. Madrid decidió y en provincias nadie se atreve a levantar la voz contra Las Rozas. La reunión de ayer deja interrogantes importantes, pues afectan a la economía de los clubes, que en situación de pandemia cobra mayor importancia.
El capítulo de ingresos y gastos deja muchas dudas. El primero sustenta, o así debería ser, al segundo. Los ingresos de los clubes de esta categoría tienen su origen en la afición, en el patrocinio y en las subvenciones. Pueden darse más vías, pero estas son las principales. Por otro lado, viajar a Galicia, Extremadura o Castilla La Mancha conlleva hacer noche en destino. Incluso Madrid, donde los equipos se han habituado a horarios matinales.
La Federación apela a los derechos televisivos. Sin embargo, el organismo que preside Luis Rubiales no es la Liga, donde el dinero procedente de los operadores televisivos supone cifras muy altas. De momento, no hay ningún operador que haya pujado por esos derechos y, además, no hay unanimidad entre los clubes para cedérselos a la Federación Española. De los 40 equipos que forman la Primera RFEF, ocho no los han entregado. Y seguramente, unos piensan que deben percibir más dinero que otros. Primer problema. Y grande.
A los gastos hay que imputar partidas como las de sueldos, fichas y los mencionados gastos de desplazamiento, para la que la Federación Española destina 50.000 euros a modo de contribución a la causa. Por partes. La Asociación de Futbolistas aspira a un sueldo mínimo en la categoría de 40.000 euros.
La Federación establece que las nuevas plantillas estarán formadas por 17 jugadores con ficha profesional, que podrían ser 18 si la plantilla alcanza los 24 jugadores. Y esa decimoctava estaría destinada a un tercer portero. Además, tramitar una ficha profesional cotiza a 4.500 euros. Solo en estos dos conceptos, y sin contar a los jugadores Sub'23, los gastos se disparan hasta los 700.000 euros.
Mucho dinero. Así, este jueves no se acordó nada acerca del salario mínimo. Los clubes quieren que el límite este unido a los ingresos de los clubes. Y cada entidad es un mundo en este sentido. No es igual el potencial y la masa social del Deportivo que del Talavera, por citar dos ejemplos muy distantes.
Además, el capítulo económico conlleva un gesto más. Y no es uno cualquiera. Los clubes deberán presentar un aval de 100.000 euros para competir en la categoría. Se ha rebajado de 200.000, pero sigue siendo una cifra respetable que alguien debe firmar.
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