La UDL se sube al podio

Costó. Se sufrió. Hubo que contar de nuevo con las intervenciones estelares del gran capitán blanquirrojo, Miguel. Hubo que esperar. Pero el gol acabó llegando de la mejor manera posible: en el minuto 87 y de la mano del recuperado Olaetxea.

Los blanquirrojos, de esta manera, afianzan sus sueños de ascenso de la mejor manera posible. Porque la UD Logroñés fue por el partido desde el comienzo del partido. Avasalló a un Langreo que vio cómo le caía un chaparrón de juego ofensivo sin que apenas se hubiera colocado sobre el césped de Las Gaunas. Marcos André, Ñoño, Víctor... El equipo blanquirrojo se lanzó hacia la portería de Adrián Torre con todas sus armas.

Quince minutos le duró ese ímpetu a los pupilos de Sergio Rodríguez, hasta que los asturianos se asentaron en el terreno de juego.

Tan bien se colocaron que acabaron por irse hacia adelante que, en el minuto 25 y en el lanzamiento de una falta, Miguel tuvo que hacer un paradón ante un testarazo visitante. El rechace fue enviado a la red por Álvaro Cuello pero, cuando los de Hernán Pérez ya celebraban el tanto, el colegiado del choque invalidó el gol.

Dos minutos después, el disparo de Héctor Nespral se estrelló con el poste de la portería local. Parecía que el partido lo dominaba la UDL pero era el Langreo el que amenazaba de verdad. Es verdad que los riojanos se acercaban con facilidad a los dominios visitantes, pero a los asturianos no tenían miedo a la hora de salir a la ofensiva.

Sin embargo, los blanquirrojos se pudieron ir al descanso con ventaja en la última jugada de la primera mitad. Ñoño se fue directo hacia la portería local, entró en el área, amagó al defensa que le salió al paso y acabó soltando un disparo raso y ajustado al palo corto. Adrián Torre respondió con una soberbia intervención para desviar el tiro con su mano derecha.

El choque se paraba sin goles, aunque ocasiones había habido por ambas partes para que no fuera así.

La segunda mitad siguió con una UDL que tenía más el balón, pero el conjunto asturiano el que veía la portería rival con más claridad. En el 60, Riki, que había saltado al terreno de juego unos pocos minutos antes, hizo una brillante jugada que incluyó un sombrero y un caño a los que le salieron al paso. El balón acabó en los pies de Héctor Nespral, que se sacó un zapatazo que otra nueva intervención brillante de Miguel evitó que se colara por la escuadra local.

Fue su ocasión más clara en esta parte... pero la UDL tampoco las tuvo mejores.

Sin embargo, los logroñeses se lanzaron de nuevo a por el partido en el último cuarto de hora. Sergio Rodríguez quería los tres puntos y lanzó a los suyos tras ellos. El Langreo vivió entonces los momentos de más agobio del partido después de los sudores iniciales. Estaba a merced de los locales, pero había dado muestras de que en cualquier despiste se podía llevar el partido.

Y lo volvió a demostrar en el 85, cuando David González disparó en una rápida incursión asturiana que obligó a Miguel a lucirse de nuevo.

Pero la gloria llegó para la UDL en una falta lateral en el 87. Olaetxea, que volvía a los terrenos de juego tras una lesión, cabeceó de espaldas, con la coronilla, para marcar el gol del triunfo, el que coloca a los logroñeses en el podio del Grupo II de la Segunda B. La Segunda está un poquito (sólo un poquito) más cerca.