Carbón antes de Navidad

El empate sin goles es un punto más que deja a los riojanos en la tabla inmediatamente después del 'play off' de ascenso pero que le aleja un poco más de los equipos más importantes. Las sensaciones que transmite el conjunto logroñés es que le falta cuajo para tener la capacidad de sacar adelante los choques trabados, de mucho barro y poco lustre. Además, la UDL carece de ese 'killer' con la habilidad de sacarse un gol de la nada, de transformar en tres puntos media ocasión de ataque.

Los blanquirrojos comenzaron un tanto despistados, descentrados. Sin embargo, en el minuto 7, Carles Salvador se quedó a escasos centímetros de abrir el marcador. Su lanzamiento de falta se estrelló en el larguero, junto a la cruceta de la portería defendida por Iricibar. El susto descompuso al Izarra y la UDL tomó el mando del duelo, con Rubén Martínez y Ander Vitoria especialmente activos. Intentaba crear peligro el conjunto visitante, pero no se concretaba en ocasiones claras de gol.

Con el paso de los minutos, el Izarra igualó las fuerzas y el partido pasó a no tener un dominador claro. Había que estar muy atentos para no recibir un golpe del adversario. Los riojanos pretendían llegar hacia el triunfo por medio del juego colectivo, mientras que los navarros eran menos estéticos con el balón. Los de Rodrigo Hernando apostaban por un estilo más rudo, directo y confiaban en alguna falta o balón colgado y aprovechar su poderío físico para adelantarse en el marcador.

La UD Logroñés se imponía a los puntos al descanso, pero el gol se dejaba para la segunda mitad por la habitual falta de claridad en los últimos metros y la ausencia de instinto asesino.

Se reanudó el partido como empezó, con unos visitantes imprecisos y con el Izarra amenazando la portería de Miguel. Fue también un espejismo, porque ninguno de los contendientes lograban ligar jugada alguna con un mínimo de fútbol. No pasaba nada por tierras estellicas. Ni de un lado, ni del otro. La dureza del terreno de juego tampoco ayudaba a generar combinaciones de calidad. El juego era sucio y embarullado y el choque se podía volver en contra de cualquiera de los equipos en una simple jugada aislada.

Los riojanos oteaban desde lejos los dominios de Iricibar y solo los numerosos aficionados blanquirrojos que se acercaron a la comunidad vecina ponían algo de calor y ambiente desde el lado visitante.

Sergio Rodríguez buscó darle alegría a su equipo con la entrada de Víctor López. Y casi le salió bien al técnico a la primera. En una jugada que prolongó Ander Vitoria en el minuto 68, López hizo todo lo contrario a lo que debía hacer. Golpeó alto y fuerte cuando la ocasión pedía un toque por abajo y colocado. En un choque tan discreto, una oportunidad como la perdida era mucho desaprovechar.

Por fortuna, ni uno ni otro estaban iluminados porque, poco después, Casado entró solo para rematar de cabeza. El navarro, como antes el logroñes, demostró que la mirilla estaba desviada para los dos contendientes.

Por si faltaba algún despropósito más, Rubén Martínez también dejó ir otra ocasión con un control largo cuando tenía franca ventaja ante Hinojosa.

Se comenzaban a escapar dos puntos y todavía quedaba tiempo para que ni siquiera se volviera a casa con uno.

El Izarra insistió en hacer que el balón fuera por arriba, mientras que la UDL era incapaz de hilar siquiera una buena jugada. El empate alegró más a unos navarros que acabaron con diez por la expulsión tardía (minuto 90) de Casado.

Para la UD Logroñés es un mal resultado para sus aspiraciones y una demostración de que tiene que dar el paso para poder soñar con fundadas esperanzas con el ascenso. Pronto se va a ver si los propósitos para el año que se acerca comienzan a cumplirse. El primer fin de semana de enero llega a Las Gaunas el poderoso Racing de Santander. Buen momento para saber si los Reyes Magos van a traer carbón o ilusión.