El Calahorra pasa de ronda y espera su «encuentro en la tercera fase»

El equipo que dirige Miguel Sola estará pendiente del sorteo de cruces de la próxima ronda para concer a su rival y hasta que la fortuna se exprese, los jugadores rojillos no hacen más que trabajar y estrechar lazos de unión en el vestuario. Los resultados favorecen la soldadura de cualquier vestuario y la del Calahorra está ganando consistencia partido tras partido.

La afición, por otra parte, otra de las patas claves para afirmar el éxito de un club, lo está pasando de maravilla y el contagio por los buenos resultados del equipo está empezando a llegar más allá de la Avenida Numancia.

Buen arranque del partido. Serenos y afirmados a las claves de cualquier equipo que juega en estas categorías. Lo dijo una vez Clemente y parece que esta máxima se antoja muy práctica: «Yo lo primero que hago en un equipo es fijar la defensa. ¿Los goles? Los goles los mete cualquiera», dijo en cierta ocasión.

Así que, con esas, el Calahorra, como si hubiera tirado del manual del vasco, primero sale, se ancla, y luego desarrolla. Y así, en plena fase de desarrollo llegaron las primeras aproximaciones.

En el minuto 24, la defensa levantina desbarataba una ocasión de Goñi que aprovechaba un pase de Barcina. Poco después Barrio no conseguía rematar con efectiidad un pase a área de Ubis.

En el 38 seguía el dominio local y Barcina ensayaba un tiro raso que no tivo más consecuencias hasta que llegó el primer gol rojillo un par de minutos después.

Ubis roba un balón y se apoya en Barcina para seguir la jugada. Éste ensaya el tiro, pero la defensa visitante, una vez más, despejaba un balón que volvía a caer en los pies de Ubis, que remachó a las mallas.

El Calahorra entraba en los vestuarios con una sonrisa, la misma que ya se han encargado de borrarle de la cara cuando en esta misma temporada, con el partido ganado, se han tenido que conformar con pedrea.

La sorpresa no tardó en llegar nada más pitar el árbitro el arranque del segundo tiempo. Ubis, una vez más, hacía el segundo gol del partido tra culminar un pase de un compañero desde la banda izquierda.

Gol y alegría desbordante en un equipo que está tocando el cielo en este arranque de temporada y que sigue firme en sus convicciones de trabajo, seriedad como si en el fondo se palpara la certeza de que esta categoría es como demonio travieso. Como si el almíbar de la victoria se estuviera preparando para convivir con el vinagre de los malos tiempos, pero mientras los disgustos no lleguen, que sean otros los que enciendan sus alarmas.

Sola empezó el baile de cambios. El 2-0 era una golosina. Relevo en las líneas y ajustes para aliviar los esfuerzos. El Castellón también inicio el periodo de cambios, pero con la idea contraria.

El segundo periodo fue de dominio completo del conjunto local ante un equipo abatido desde el segundo tanto y que solo en una acción de Theo de falta directa, tuvo la ocasión de reducir distancias, pero el marcador ya no se movió.