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El Calahorra vive un momento optimista, el más dulce desde ese fantástico arranque de temporada. Casi se había olvidado en La Planilla lo que era disfrutar así y ganar una tranquilidad que hace semanas parecía imposible de conseguir. Tres victorias en los últimos cuatro partidos ... han dejado a los rojillos a un paso de asegurar la permanencia y más cerca de las posiciones superiores que las de descenso. Sin embargo, Miguel Sola repite una semana más su mensaje de calma, convencido de que el objetivo aún no se ha logrado y debe cerrarse antes de pensar en otras cosas.
«Debemos de ser optimistas de cara a que las cosas están mejor, pero aún nos faltan puntos. Ojalá consigamos la permanencia para marcarnos otro objetivo, pero primero tenemos el principal», comentaba el técnico navarro a la conclusión del entrenamiento. Y es que ya se habla en Calahorra de la posibilidad de luchar por los puestos de Copa del Rey, pero Miguel Sola quiere centrarse en lograr esa meta de la permanencia, por la que tanto se ha trabajado.
Un paso importante se dio el domingo con la victoria frente al Barakaldo, de la que Miguel Sola concluyó muchos aspectos positivos, «haces un resumen de los ochenta minutos y fuimos bastante mejores», pero avisa sobre esos momentos finales: «Deberíamos haber resuelto y no haber dejado que ellos tuviesen opciones de meterse en el partido. Hay que aprender de lo que no hicimos bien».
Un nuevo paso, ya casi definitivo, para asegurarla, sería lograr una victoria en Langreo. El Calahorra viaja a tierras asturianas este fin de semana para medirse a un rival que hasta hace unas semanas era la revelación del grupo, pero que ha perdido empuje en el mes de marzo, ese que ha sido tan bueno para los de Miguel Sola, que pese a ello también se muestra cauto con el rival: «No me fío de su racha. Vi el partido del otro día e hicieron buen partido y tuvieron sus opciones. Aquí ya nos sorprendieron y no quiero que nos vuelvan a sorprender». En la primera vuelta, el Langreo venció por 2-4 en La Planilla en un duelo decidido con dos goles en los primeros minutos.
En el Nuevo Ganzábal el Calahorra encontrará un campo de hierba artificial de buena calidad y con grandes dimensiones, por lo que no condicionará tanto el juego como otros estadios de la misma superficie. El conjunto rojillo acostumbraba a entrenar en césped artificial antes de estos partidos, pero esa dinámica ha cambiado, tal y como explicaba Miguel Sola: «Hemos decidido que es mejor para el bienestar del jugador entrenar en hierba natural y cuando toque jugar en artificial se juega y es un día pero de la otra forma, cambiando tanto, no nos beneficiaba para nada».
En los entrenamientos del Calahorra, a los que se han incorporado esta semana Eduardo Ubis y Aly Coulibaly, se respira un gran ambiente y sobre ello también habló el técnico rojillo: «Todo acompaña, los puntos, el ganar partidos y la gente está cada día mejor porque competimos con cualquier equipo muy bien. Pero no debemos bajar el nivel de juego ni la exigencia».
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