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Las gargantas que llenaron República Argentina al paso del autobús de la UDL se quedaron mudas. El empate a cero ante el Hércules en Las Gaunas apeaba a los blanquirrojos de la lucha por el ascenso a Segunda.
Ayer se cumplió un año ... de un partido que significó algo más para el imaginario colectivo del fútbol riojano. Logroño volvió a sonar y soñar en voz alta y a lo grande. Fue el despertar de una masa social que durante esta temporada ha continuado con esa inercia acompañando a la UDL allá donde ha jugado. Más cerca o más lejos.
En aquella ocasión el equipo que entrena Sergio Rodríguez tenía que levantar un 3-1 adverso encajado en el Rico Pérez. La ciudad se volcó con el equipo y la calle República Argentina recordó el ambiente de antaño, cuando el histórico Club Deportivo Logroñés jugaba en Primera. Además, 10.774 aficionados acudieron a Las Gaunas para animar a la UDL, que alineó a Etxebarria, Iglesias, Caneda, Bobadilla, Iñaki, Andy, Carles Salvador, Rubén Martínez, Ñoño, Marcos André y Ander Vitoria. Durante el encuentro también jugaron Víctor y Olaetxea.
No se movió el marcador inicial y la UDL fue apagándose poco a poco en un partido que tuvo más emoción que fútbol. A pesar de la decepción que supuso entre los aficionados y el propio club, aquel fue un paso más, e importante, en una buena dirección que este verano puede culminarse con el ansiado ascenso.
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