Una ciudad en blanco y rojo

Han pasado diez años y ahora muchos balcones de Logroño (y también de otros municipios de la Comunidad Autónoma) aparecen engalanados con banderas y bufandas.

Desde el Mundial al momento actual, uno de los colores de esas banderas ha cambiado. Se mantiene el rojo, pero el amarillo se ha sustituido por el blanco. No en vano, ahora los ánimos no van para la selección española, sino para un equipo de la capital, la Unión Deportiva Logroñés, que afronta también un momento histórico, el de intentar ascender por primera vez a Segunda División.

Algunos de esos emblemas en blanco y rojo han sido colocados por aficionados de la Unión Deportiva Logroñés en sus balcones. Los han puesto solos o acompañados de la bandera de La Rioja, con escudo o simplemente con las rayas bicolores que animan a la entidad presidida por Félix Revuelta. Unas son más cortas y otras, como la colocada sobre la eterna tienda de cortinas 'La Roja' de Portales, de grandes dimensiones.

Todas, da igual el tamaño, hacen la misma labor: animar a la Unión Deportiva Logroñés en la lejanía, ya que la pandemia del coronavirus ha impedido que los seguidores del conjunto logroñés puedan disfrutar de un momento tan importante como el de este sábado donde hubiesen querido: en casa, en el Municipal de Las Gaunas.

No solo los particulares han decidido animar con banderas a la Unión Deportiva Logroñés. También lo han hecho las instituciones y solo hay que darse una vuelta por el edificio consistorial o por el Palacete para ver que allí también los colores blanco y rojo son los que mandan.

Los mismos pasos han seguido diversos negocios, así como otros lugares emblemáticos de Logroño como el archiconocido Mercado de San Blas.

Son muchos los kilómetros que separan Logroño y Málaga, lugar donde se va a disputar mañana el partido, pero seguro que de alguna manera a los jugadores de la UD Logroñés les motivará saber que Logroño se ve en blanco y rojo.