Injusta condena para el mejor Calahorra

Salió consciente el Calahorra al césped de lo que se jugaba e interiorizando la lección. Su arranque fue abrumador, ya en las primeras jugadas, avisando a los dos minutos Amorrortu con un disparo rozando el poste después de una dejada de Rayco. El canario regresó al once y recuperó su fútbol fresco, plástico e inspirado en su mejor tarde. El tanto rojillo solo tardó tres minutos en llegar y lo hizo con algo de fortuna. Ander, exjugador del filial donostiarra, colgó un centro al área que dejó pasar Arambarri y sorprendió a Unai, y es que el balón entró mansamente en la portería visitante.

Motivos para la ilusión en un Calahorra que dio continuidad a su buena carta de presentación, combinando con verticalidad y buscando marear a los visitantes con cambios de juego y superioridades en las bandas que permitieron varios acercamientos de peligro. Collet, que se estrenaba en la portería, estuvo tranquilo hasta que al cuarto de hora la Real Sociedad B dio sus primeros indicios de peligro, con un par de remates de Karrikaburu que acabaron alto y en las manos del arquero rojillo.

Poco a poco ganaba presencia la Real Sociedad B, pero el Calahorra estuvo sobresaliente en la presión y la recuperación, con un trabajo tan exigente como efectivo. En esos compases estuvo la sentencia, en un centro de Ramón que en boca de gol Jorge Martínez-Losa remató al cuerpo del portero visitante. El delantero riojano, ante su exequipo, jugó un partido brillante en la presión, los balones aéreos o los pases largos, pero le faltó definición.

El descanso fue una necesidad para el Calahorra tras unos minutos en los que la Real impuso su mayor exigencia, jugando en terreno rojillo y encontrando el camino hacia el área aunque sin definición. Tras el respiro del descanso, el Calahorra se recompuso y cargó las pilas. En estos momentos volvió a rozar la sentencia en los pies de Ander, Rayco y Martínez-Losa en tres ocasiones consecutivas. Posteriormente, el partido discurrió por un terreno relativamente tranquilo para el Calahorra, sobrio en la contención y con momentos de mayor posesión que una Real B atascada pese a los movimientos en el banquillo y a la calidad técnica que evidenciaron las promesas realistas. Ganaba el Calahorra en el marcador y en el césped, en trabajo y lectura del encuentro.

A un equipo como el donostiarra, por desgracia, nunca se le puede dar por vencido, y en un visto y no visto se llevó los puntos. En el minuto 82, Pecha colocó en la escuadra el empate. Cuatro minutos después, Karri peinaba un córner al primer palo para dejar al Calahorra de vacío en la tarde en la que más lució.

Diego Martínez lamentó en la tarde de este domingo el resultado, pero no tuvo prácticamente ningún pero para la actuación de su equipo, que tuvo al alcance de la mano la victoria ante la Real Sociedad B en un partido al que le sobraron diez minutos. «Al equipo no le podemos pedir más, ha estado casi perfecto, en defensa, en ataque... nos hubiese gustado hacer el 2-0 que habría dado calma», apuntaba el técnico, que ponía el pero en las ocasiones perdidas.

«Sabíamos lo que tenemos enfrente, un equipo que hace las cosas muy bien y al que hemos contrarrestado en todo el partido», señalaba Diego Martínez, que hablaba de la intensa presión y la batalla por la posesión: «Sabíamos que es un equipo que le gusta tener mucho el balón y a nosotros también, la primera disputa tenía que ser por ahí». «Hemos hecho un partido tremendo, hemos merecido ganar pero hemos perdido», concluía el técnico.