El Calahorra sube la apuesta para estar con los grandes

Saltaron a La Planilla los de Diego Martínez conscientes de que la victoria era el único resultado posible tanto para sostener el ritmo del Amorebieta como para tratar de ser el mejor cuarto de toda la Segunda B. Fue una puesta en escena muy similar que la de dos semanas atrás frente a la Real Sociedad B, quitando la posesión a un equipo acostumbrado a disfrutar de ella y presionando con mucha intensidad para impedir la salida rival y para forzar rápidas acciones de ataque. En una de ellas, David Soto enganchó un balón suelto fuera del área que se fue muy alto. Era el primer aviso.

El Athletic B no estaba nada cómodo ante un rival incansable y pegajoso, que en muy pocos momentos le consistió la iniciativa. Mientras, el Calahorra exhibía esa versión más vertical e incisiva de los últimos meses, con Amorrortu, demasiado individualista habitualmente, desperdiciando dos acciones de peligro, y Jorge Martínez-Losa, tras un robo de Víctor Andrés, se equivocaba en el área al tratar de asociarse con Fran Sota en vez de rematar. Carrique, uno de los jugadores más en forma del equipo y al que se le nota su mayor confianza, estrelló poco después un zapatazo en la escuadra y mareó más tarde a Kortazar para forzarle la amarilla.

El arranque del Calahorra estaba resultando arrollador, con Diego Martínez achuchando desde la banda a sus futbolistas para que pusiesen en práctica la presión y los apoyos que tan buenos frutos les estaban dando. Y que le daría a través esa banda derecha de tanto brillo. En el minuto 28, en la versión rojilla más letal, Soto ganó un despeje visitante, se asoció con un Fran Sota en estado de gracia, dejó de tacón a la llegada del revolucionario Carrique y el disparo del francés, repelido por Iru, lo aprovechaba Amorrortu para marcar casi sin ángulo. Se lucía el Calahorra.

No fue capaz de reaccionar un Athletic B superado por un rival que pese a los últimos malos resultados sigue confiando en sus argumentos e identidad. Nico Williams, en una acción por la derecha que golpeó en su compañero Baqué antes de entrar, dio el único aviso importante. Por su parte, Cristian de cabeza y Soto intentando superar a un adelantado Iru tuvieron la sentencia para los riojanos.

El segundo tiempo arrancó con la previsible reacción de un Athletic que necesitaba sumar para asegurar ya el 'play off', pero no se encontraba excesivamente incómodo el Calahorra en esa nueva situación defensiva, bien replegado, solidario y contundente, con Cristian, Borja y Jesús multiplicándose en ese triángulo central. Pero la injusticia volvía cebarse con el Calahorra, y en el minuto 58, Nico Williams, tras ganar el área y buscar el recorte ante Ramón, caía en el área. A interpretación del colegiado, trastabillado por el lateral rojillo, pero la acción deja muchísimas dudas. Sin marcha atrás pese a las protestas, el propio Williams puso el empate desde los once metros.

Llegaba el punto de inflexión del partido, en el que es tan fácil venirse abajo después de sufrir una inmerecida igualada. Un nuevo reto para un Calahorra acostumbrado a jugar en 'modo pesadilla' en esta segunda fase. Duraron los nervios y la irritabilidad unos minutos, pero cinco saques de esquina consecutivos, aunque no terminaron en remate, le dieron la pausa necesaria. Los cambios, además, dieron un nuevo aire al encuentro, y nada más entrar al campo Rayco ganó un desmarque a la línea de fondo, puso un centro al área pequeña y Luengo al intentar despejar lo introdujo en la portería rojiblanca.

Le tocaba de nuevo al Athletic asumir la remontada, pero el Calahorra no daría lugar a esas opciones e incluso el partido terminó en campo visitante. Lograban los rojillos un triunfo fundamental y el mérito de vencer a un rival de la talla del filial vizcaíno siendo claramente superiores en juego individual y colectivo y mostrándose tan fuertes mentalmente como para superar el golpe del penalti. El Calahorra sigue estando a la altura.

Llegó finalmente la recompensa que tanto estaba buscando el Calahorra en esta fase de la temporada y que estaba resultando esquiva por el momento. Diego Martínez reivindicó la actuación de su equipo catalogándola de «casi perfecta» y de «partidazo», desatacando además la reacción de sus futbolistas después del empate de los rojiblancos.

«Lo de victoria merecida se nos ha quedado corto, llevamos días mereciendo los tres puntos», señaló el técnico rojillo, que alabó la actuación de su equipo ante «un rival que es espectacular los jugadores que tiene, muy completo, que nos han tirado dos veces y media a puerta, un penalti que (se pausa) hay que pitarlo...». «Este es un equipo que tiene hambre de más», añadía en referencia a un Calahorra que sigue con las opciones intactas para entrar en el 'play off'.

Diego Martínez opinaba que «la primera parte ha sido para irnos 2-0 o 3-0» y se refirió a su planteamiento del partido en el que ganar la iniciativa a su rival: «Otros equipos te dejan el balón, estos juegan a campeón, a equipo grande, y nuestro trabajo es ser mejores que ellos».

En cuanto a la importancia del encuentro, pese a que quitaba hierro a la presión que podía sentir el equipo, sí que apuntaba que «teníamos muy claro que este era el partido, el que teníamos que ganar porque nos iba a permitir seguir vivos hasta el final».

Finalmente, Diego Martínez subrayó la reacción de su equipo después del penalti sufrido: «Sobre todo por cómo se produce el empate, si ves que son mejores que tú, bien, pero casi de la nada sale un penalti y resulta que con todo lo que has hecho estás empate en el marcador. El equipo ha vuelto a demostrar que mentalmente es muy fuerte, que esta muy cohesionado y que la gente que entra lo hace para sumar, es nuestro secreto».