El Calahorra desaprovecha sus opciones

Cierto es que lo de este domingo ha sido más una montaña rusa que un partido, y cierto es que no se puede decir que el Arenas haya sido injusto vencedor, puesto que los locales han dominado en muchos tramos del encuentro. Pero también es cierto que el Calahorra ha tenido opciones muy claras para traerse de la orilla de la ría al menos un punto.

Lo peor: la falta de continuidad en la intensidad. Los rojillos empezaron el año como un equipo aguerrido desde el principio al final,y en Gobela enseñaron preocupante altibajos de intensidad y concentración, además de ser sobrepasados en defensa con demasiada frecuencia.

Una lástima, sobre todo porque las cosas habían empezado de forma inmejorable. En el minuto 5, un error garrafal de la defensa local sirvió para el 1-0. Obeng robó, y Gabri aprovechó para marcar en el uno contra uno. El comienzo soñado para un equipo como el Calahorra, que tiene que guardar estos goles como oro en paño.

Pero los calagurritanos no supieron guardar ese tesoro. Bien sea por empuje local o porque los rojillos se echaron demasiado atrás, el Arenas encerró al Calahorra, y no le dejó salir. Así, el gol era casi cuestión de tiempo. Al final llegó, en el 23, por la banda izquierda (la losa de los rojillos en este partido), por las botas de Etxaniz.

Pero con eso y con todo, el Calahorra tuvo opciones. Al final de la primera parte, por ejemplo, Barrio conectó un cabezazo tras un córner que salvó el portero local, Txemi.

Los mejores minutos de los rojillos vinieron tras el descanso, dominando y creando peligro. Hasta que llegó el 58: Rodrigo suelta un centro desde la banda izquierda que da en la mano del local Jordan. Penalti claro, que el propio Rodrigo convirtió... en nada, porque lo tiró fuera.

La cosa siguió igualada, pero poco a poco el Calahorra perdió pie. Pie y concentración. A punto estuvieron, por ejemplo, de ser sorprendidos a la contra cuando varios jugadores protestaban un saque de esquina. Llegaron varias ocasiones no demasiado claras hasta que, en el 83, de nuevo por banda izquierda, el Arenas puso el 2-1. Gayoso entró por la banda, y su centro se paseó por el área sin que nadie lo despejara, hasta que encontró a Aitor Ramos que, en carrera, marcó.

Y de nuevo, en el tramo final tuvo opciones el Calahorra. Un remate de espuela de Gabri, un tiro de Obeng que sacó un defensa en la línea...

En fin, cero de nueve puntos. El Calahorra ha terminado su luna de miel, y ya sabe (por si lo había olvidado) lo que toca en esta categoría. Sudar, sufrir... y aprovechar las ocasiones. Que fue lo que faltó en Guecho.