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El inicio del partido ha sido celebrado por las dos aficiones. Había ganas de fútbol. Intercambio de cánticos de un fondo a otro, de riojanos a pacenses, de los seguidores de la UD Logroñés a los aficionados del CD Badajoz.

Durante los primeros minutos no ha habido ocasiones de gol y, por lo tanto se ha apagado (si es posible apagarse con ese calor) el ambiente. Si el gol es la salsa del fútbol, la primera mitad no ha tenido ligazón. Ha faltado el ansiado tanto aunque ha habido ocasiones para ello. Y en las dos áreas. Buenas reacciones de los porteros Kike Royo y Iván Buigues.

Se ha llegado al descanso con cierto agobio en el área riojana. Se puede decir que ha venido bien el intermedio. Rápidas carreras para coger el primer puesto en la barra del bar. Cualquier líquido servido con un mínimo de medidas de salubridad es bienvenido.

La segunda parte ha comenzado con susto. Larguerazo del Badajoz que ha puesto los pelos de punta a los blanquirrojos. En el campo y en la grada. Pero ha sido el único acercamiento de los locales en la segunda mitad. Ha contralado bien la Unión Deportiva Logroñés.

La apoteosis ha llegado con el gol de Ñoño. Todos los seguidores blanquirrojos han rematado en el segundo palo junto al gaditano. Emoción contenida que se desborda y abrazos de amistad eterna en un momento. Ayer ha tocado. Primera victoria en la historia de la UDL en un partido de 'play off'. Al final, foto de familia entre jugadores y aficionados, un premio para todos los que viajaron a Badajoz. Una comunión que tiene que seguir en Las Gaunas.

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