Pere evita el desastre

Inaugura por tanto la UD Logroñés unos días felices porque el equipo cierra el año en disposición de competir por todo, asumiendo que su valoración global solo puede ser positiva, pero sabiendo que iniciará el nuevo curso con dos partidos fuera de casa (Lealtad y Compostela) y dejando una vez más constancia de su escasa fiabilidad, necesaria para competir contra otros dos vehículos alemanes de primera gama: Racing de Ferrol y Racing de Santander.

Debe reconocer como escasa su fiabilidad para hacer aquello de ganar y ganar y volver a ganar (un hábito para los dos primeros clasificados del Grupo I), y sin duda los problemas ofensivos son la razón principal de este hecho que está complicando la temporada. Contra el Tudelano, la UD Logroñés volvió a ser el conjunto romo en las transiciones ofensivas que se va diluyendo poco a poco hasta dormirse en el juego de un rival como el navarro que hizo el primero como suele suceder en Segunda B, aprovechando un fallo del rival. Titi, en su versión de lateral derecho, controló desde el suelo un balón al balcón del área pequeña, y de ahí no pudo remontar un despeje que sí aprovechó Iván Martín para hacer el primero del partido, que estuvo cerca de darle la victoria a su equipo en Las Gaunas.

Solo lo evitó el tanto de Pere Milla, que llegó desde el descontrol en el que se convirtió la recta final del duelo. En clara metáfora futbolística, la UD Logroñés se deformó para dar forma a su tanto. Ante la ausencia de ideas nada mejor que el caos para empatar. Todos arriba y alguien tendrá un chispazo de calidad, un gesto firme, porque talento hay. El balón no lo remató Álvaro González cuando le llegó bien puesto desde la derecha, y desde la izquierda Alegre lo puso atrás para que Pere Milla reventara el cuero ante el cuerpo de Pagola, que no pudo despejar como ya hiciera en el mano a mano que le sacó a Jacobo Trigo en la primera parte, imitando el gesto que tuvo Miguel Martínez de Corta en el que le sacó a Paris en el minuto 3.

Así que la UD Logroñés se sentará a la mesa de Navidad sabedora de que el cansancio de la Copa del Rey le pudo lastar ante el Tudelano. Lo hará sabiendo que con las bajas (cojan aire) de Santelices, Julio Rico, Edu Payá, Chevi, Carlos Fernández y Miguel Santos, el triunfo estaba más caro que nunca Pero también observando que a la vuelta se acaba el periodo de reflexión, ya no habrá lugar a la duda, ya no se podrá fallar, se entrará de lleno en la parte decisiva del campeonato, y Las Gaunas debería ser un fortín, como en el curso pasado, cuando llegaron Chevi y Muneta.