Pablo Álvarez
Jueves, 7 de agosto 2014, 17:42
El terremoto de la Segunda, en el que el Racing de Santander se ha salvado in extremis pero que ha acabado con el Real Murcia en el hoyo, tiene una derivada inesperada para la UD Logroñés. Y no es una derivada nada agradable.
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Y es ... que el descenso del Murcia supone inmediatamente el ascenso del Mirandés, equipo que militaba en el mismo grupo que la UDL, el primero de la Segunda B. El Mirandés es un rival difícil, pero para un equipo de esta categoría tiene un atractivo indudable: sus muy fieles aficionados, que se desplazan en masa con el equipo y que tradicionalmente han supuesto en Logroño la mayor taquilla del año cada vez que han llegado a Las Gaunas.
A cambio, la UDL debería ir a jugar hasta Murcia: un viaje de más de 700 kilómetros, que encarecería el presupuesto sobremanera. Peor sería, eso sí, para los equipos gallegos. Y peor aún para el propio Murcia, que debería afrontar cada quince días viajes de entre 700 y 1.400 kilómetros.
En cualquier caso, es posible que el Real Murcia finalmente no se inscriba: algunos de sus responsables ya han anunciado que no ven viabilidad al club en Segunda B. En ese caso, el Grupo I se quedaría con 19 equipos, como el año pasado, y la UDL tendría una jornada de descanso. Sería la primera de cada vuelta, porque el calendario había querido que la Unión empezara el año contra el Mirandés.
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