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Lejos de dimitir por el 'caso Supercopa', como desde algunos sectores se había especulado con cierta ingenuidad, el presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) realizó este miércoles una firme defensa de su gestión y negó cualquier ilegalidad en el acuerdo para jugar este ... torneo en Arabia Saudí durante seis años, ya ampliado a diez, gracias a una mediación por la que Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, recibió 24 millones de euros, un 10% del total.
Había gran expectación ante la comparecencia de Luis Rubiales en la Ciudad del Fútbol de las Rozas, la primera desde que este lunes estalló el escándalo, pero casi nada se salió del guion tradicional en este tipo de casos. El alto dirigente federativo se movió bajo tres premisas: el acuerdo con los árabes supuso un «gran beneficio» para el fútbol español, sobre todo el modesto, y revitalizó la competición; el cobro de comisiones por labores de intermediación es una práctica habitual y además las abonaron los saudíes, nunca la FEF; y todas las informaciones proceden del «robo» de su teléfono móvil y de una «campaña mafiosa» para desprestigiarle.
En su exposición, antes de someterse a las preguntas de los periodistas, Rubiales mostró su indignación «por todas las falsedades que se estén vertiendo», aseguró que desde el primer día que llegó al cargo ha sufrido una «campaña de ataques», con hasta 25 querellas interpuestas, e insistió en que lo más importante es que «los audios se han obtenido de forma ilegal».
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Tiró Rubiales la piedra y escondió la mano cuando dijo en varias ocasiones que tanto él como los periodistas conocen quién es el beneficiario de todo esto. «Yo lanzo el tema pero sois los medios y la policía los que debéis investigarlo», remarcó el presidente de la FEF durante una larga comparecencia de dos horas y media en la que, sin citarlo, apareció siempre en la sombra de la sospecha Javier Tebas, presidente de LaLiga.
Se ciñó el dirigente a un acuerdo «ejemplar y modélico«, ya que implica una labor social en Arabia Saudí que permitió el acceso de las mujeres a los estadios, y muy positivo para el fútbol patrio, toda vez que el 50% de los ingresos van destinados al fútbol base. Y, sobre todo, dejó claro que «la FEF no ha pagado, ni paga, ni pagará ninguna comisión a nadie» y que quien se la ha abonado a la empresa del futbolista del Barça es un tercero.
¿Dimisión?: «Si alguien es capaz de sacar información de mi teléfono, donde tengo vídeos y fotos con mis hijas, y de mentir, no cabe duda de que estoy en el lado bueno y voy a seguir. Soy un luchador y un tío honesto. Las mentiras no pueden acabar con una buena gestión», subrayó Rubiales.
«Pido una rectificación de la información y solicito a los medios que pongan el foco en el delito o delitos que he sufrido», enfatizó el alto dirigente del fútbol español, 'Rubi' para su amigo 'Geri' en los audios. Dicho lo cual, confesó que está inquieto por su familia y por la del defensa azulgrana y llegó a decir que no bebe y no fuma pero no puede garantizar que «el día de mañana no le vayan a meter un saco de cocaína en el maletero del coche». «Esto es una mafia. No creo que llegue al punto de que me veáis muerto en una cuneta con un tiro en la nuca, pero me siento violado en mis derechos», añadió.
Calificó de su gestión de «impoluta», con un «índice de transparencia internacional que ha pasado de un 2,7 a 10», explicó que la FEF no puede llegar a todas las partes y por eso fue necesario la aparición de Kosmos para firmar este contrato, y rechazó de plano que el contrato de la Supercopa incumpla el código ético federativo. «Cada español tiene su moral, pero en la FEF nos regimos por nuestros propios órganos y hemos pasado tres filtros», subrayó. «No hay ningún conflicto de intereses porque no tenemos ninguna relación económica ni comercial con Piqué y su empresa», insistió Rubiales.
Llegados a este punto, se le interpeló por las declaraciones de José Manuel Franco, secretario de Estado para el Deporte, en las que dudó de la ética y estética que emana del 'caso Supercopa' al ejercer Piqué como fubolista, participante en el torneo y negociador del contrato. «El presidente del CSD dijo dos cosas. Una que respeto pero en la que no estoy de acuerdo y otra que es poco edificante porque me han robado la información y no he autorizado a publicar nada».
Rubiales negó también que la FEF amenazase a Arabia Saudí con romper el contrato si Kosmos no cobraba la comisión y sorprendió al revelar que hay más futbolistas en activo que se han ofrecido como intermediarios en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Lamentó que este tipo de actuaciones interesadas puedan dañar la imagen del organismo que preside y perjudiquen incluso la posible elección de España para organizar un Mundial.
El mandamás del fútbol español se mostró más ambiguo al preguntarle si su sueldo aumenta con la Supercopa en Arabia y, sobre todo, como puso de relieve al conocerlos audios el Cholo Simeone, entrenador del Atlético, se incrementa si participan en el Real Madrid y el Barcelona. Justificó que los dos grandes cobren al menos cuatro veces más que el resto por su mayor impacto, igual que ocurre con los derechos televisivos que gestiona LaLiga o la UEFA en la Champions.
Al hablar de retribuciones, de nuevo Rubiales lanzó una andanada a Tebas. Contrapuso los modelo de LaLiga, en el que su presidente cobra, según dijo, tres millones de euros, y el de la FEF, con un salario fijo mucho menor, que según aprobó la asamblea asciende a unos 650.000 euros anuales, y una retribución variable de un 0,15% en función de su gestión. Y en este punto dijo que su organismo ha multiplicado por cuatro sus ingresos desde su elección.
Luis Rubiales negó que firmó el contrato de la Supercopa con Arabia Saudí, que generó 24 millones de euros en comisiones para Gerard Piqué, tras despreciar un acuerdo con Catar, igual de ventajoso para la Federación y en el que no era necesario pagar a un intermediario.
El presidente del fútbol español se apoyó en su secretario general, Andreu Camps, para detallar que nunca hubo un compromiso firme con los cataríes, solo un acuerdo de intenciones, que «jurídicamente no es lo mismo».
«La oferta no se perfeccionó y no era una opción más ventajosa que la de Arabia Saudí. Era bastante inferior a 40 millones por temporada e incluía los derechos de imagen en Asia para Catar», detalló el dirigente federativo.
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