Rubiales, cercado en un año electoral con Casillas en el horizonte

Creía Rubiales tenerlo todo bajo control, y más tras la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) de fijar los comicios antes de la Eurocopa, lo que dejaba al exguardameta internacional con muy poco margen de maniobra, pero todo se ha retrasado por la pandemia y el consiguiente confinamiento. Lejos de estar despejada, la carrera electoral más bien se asemeja a una extenuante prueba de 3.000 obstáculos.

Cerrados casi 30 años de presidencia de Angel María Villar, apartado de forma fulminante por el Consejo Superior de Deportes (CSD) en 2017 a la vista de los indicios de delitos por irregularidades económicas en el marco de la 'operación Soule', Rubiales emergió como el adalid del cambio, de la transparencia, de los nuevos tiempos. Éxito para un tipo valiente, innovador, capaz de llevar incluso la Supercopa de España a Arabia Saudí con tal de poder ayudar al fúbol base y al femenino.

El recto camino, sin embargo, se ha tornado en curvas. Si en el plano deportivo fue cuestionado por despedir a Julen Lopetegui tras firmar como entrenador del Real Madrid justó antes del Mundial de Rusia y se le criticaron las formas, más que el fondo, con las que manejó el regreso de Luis Enrique al banquillo de La Roja y el adiós de Robert Moreno, en el plano institucional le crecen los enemigos.

Desde la Federación se asegura, tanto a través de comunicados públicos como en privado, que el comportamiento de Rubiales es intachable y que cualquier causa judicial contra él «no tendrá recorrido» y será «sobreseída». Pero el fuego cruzado con Javier Tebas, presidente de LaLiga, y David Aganzo, líder del sindicato de futbolistas que ha pasado de persona de confianza a ni hablarse con él, le pasan factura.

Tanto LaLiga como la AFE han amenazado a Rubiales con denunciarle por la supuesta grabación y filtración de unos audios con las negociaciones sobre cómo proceder para la vuelta de las competiciones cuando concluya el confinamiento. Aunque estas prácticas sean legales, según la jurisprudencia, en el fondo subyace un problema de ética. La FEF alega que en una reunión anterior telemática ya advirtió a los dirigentes de la patronal de clubes y del sindicato de jugadores que las conversaciones se grababan y que, por lo tanto, les dieron su consentimiento.

 Por otro lado, el empeño del presidente de la FEF en controlar los apoyos electorales puede salirle muy caro. Tanto Rubiales como Andreu Camps, su secretario general, tendrán que declarar el 21 de mayo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid como investigados por un presunto delito de falsificación en documento público en relación a la ampliación de los miembros natos de la Asamblea federativa en 19 personas, aprobada el 10 de junio de 2019. Se les reclama, además, el acta de ese cónclave extraordinario en el que se produjo la ampliación y el escrito de alegaciones presentado ante el CSD.

La modificación era muy relevante, en el sentido de que podría afectar al resultado final de los comicios, pues esos 19 miembros natos, como ya ocurre actualmente con los presidentes de las federaciones territoriales, no necesitarían pasar por las urnas para formar parte de la asamblea general. Actualmente, consta de 120 miembros por elección, 19 miembros natos y el voto del propio Rubiales.

La prueba de cargo más contundente que presenta contra Rubiales el presidente de la Federación Madrileña, Paco Díez, es el vídeo de la asamblea general que colgó la propia FEF el pasado 16 de diciembre. Según informa ABC, en él se puede comprobar que en ningún momento los asambleístas dieron su «conformidad» a la reforma estatutaria. Ni siquiera hubo debate, ni votación.

«Rubiales está haciendo muy mal las cosas y va a salir muy tocado. Ha empleado métodos graves, incluso con prácticas de chantaje mafioso, contra el presidente de la Madrileña, y por eso ahora éste le denuncia en cuanto lo ha visto posible», explican fuentes de la territorial. Diversos analistas considerán que «Rubiales cree que todo el terreno que pisa está sucio o embarrado y al final él mismo se dispara en el pie y se pone palos en sus ruedas».

Según informó 'El Partidazo de Cope', a día de hoy al menos siete territoriales planean votar a Casillas cuando se puedan disputar las elecciones. Además, cuenta con los 20 votos de clubes profesionales y los de la AFE debido a la pelea entre Rubiales y Aganzo, al que consideraba su delfín. Según datos que manejan en la candidatura de Casillas, el madrileño ganaría ya las elecciones con 80 votos favorables sobre un total de 139.