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Cuatro goles en los tres últimos partidos. Demasiados para un conjunto que presenta un déficit de seis tantos y que sabe que cada gol que encaja le acerca considerablemente a la derrota. Tres encuentros sin portería a cero que confirman que los dos primeros con ... Sergio Rodríguez en el banquillo de la UDL resultaron ser un espejismo.
«El equipo ha estado bien por momentos, pero la debilidad en las áreas, hoy especialmente atrás, la hemos pagado. Estamos en esta situación por ello. Los goles son mérito de La Nucía, pero también tiene un componente de demérito nuestro. Ya nos pasó en Sabadell, donde dimos demasiadas facilidades», admitía el entrenador en la rueda de prensa posterior al partido jugado en La Nucía. En la grada, Félix Revuelta, Kilian Revuelta y Juanjo Guerreros tomaron buena nota de lo sucedido. Las impresiones no son las mejores, evidentemente.
El gran problema es la debilidad defensiva. Cuando el equipo tiene el balón, como se vio en la primera mitad, es capaz de manejarlo y no pasar apuros. No siempre, eso sí. Pero cuando le atacan, aunque no sea con una gran intensidad, se hunde en su área, acumula muchos jugadores y no actúa con contundencia. Los tres tantos que ha recibido en Sabadell y en La Nucía llegan desde dentro del área pequeña. Y no solo falta de contundencia, sino también ausencia de leer la jugada para anticiparse al movimiento rival. Y a todo ello suma otra peculiaridad: estaba en superioridad numérica, dato que hace mayor la ausencia de criterio.
En Sabadell, Cristian Herrera marca prácticamente desde el pico derecho del área pequeña después de que Pau Víctor supere a David Fernández con un pase a su espalda, Keita llegue a línea de fondo y anule a Daza en su salida con el pase hacia atrás a Herrera. Algarra, Markel y Emmanuel se refugian en el aérea pequeña para no coger la marca de nadie. Incluso Boniquet, que está cerca de la jugada. Nadie ve el desmarque de Herrera y nadie reacciona para intentar blocar su disparo. En la jugada, que se origina en un saque de banda, Pau Víctor progresa ante la pasividad de Vergés.
En La Nucía, las acciones de gol locales son menos limpias si cabe. El cuadro alicantino marcó desde el área pequeña y después de entrar como si de un ataque de rugby se tratase. En el primero, Jorge García gana la espalda a la zaga riojana y en la carrera a Ramos; cede el balón dentro del área pequeña y Mariano remata con el propio Ramos por delante de él y Vergés a su espalda. Si Ramos se hubiera lanzado al suelo, el balón no hubiera llegado al capitán; si Vergés no hubiera defendido por detrás o hubiera estado más rápido al ir al corte, tampoco. Y si David Fernández se lanza a los pies de García, quizá tampoco hubiera llegado el balón a Mariano. Sergi y Sierra también tienen mucho que decir en la progresión de Juanma, que da el balón a García. Evitable.
En el segundo, la solución es aún menos compleja. Arregi despeja de mala manera un centro lateral. Si ataca el balón y lo aleja de cabeza, se acaba el problema. Espera al bote pronto y lo eleva. Sergi toca de cabeza y queda muerto en la frontal del área. Javi Martín va a por él, algo que no hacen ni David Fernández ni Markel Lozano, muy lentos en su reacción, y toma camino hacia la portería. Con la ayuda de Delgado y cierta dosis de fortuna, forman una melé en la que Sergi, Arregi y David no despejan el esférico.
Y para ampliar el estudio se puede incluir el gol de Nsue que dio la victoria al Intercity hace nueve días. El delantero ganó en la acción aérea en el corazón del área a Markel Lozano y David Fernández. Desajuste defensivo tras la salida de Arregi a la banda debido a la ausencia de Emmanuel y remate perfecto del veterano atacante, una vez más con la UD Logroñés en superioridad numérica dentro del área.
La UD Logroñés llegó de madrugada a casa después de un viaje largo y duro, porque en el seno del vestuario y del autobús eran conscientes de que el empate logrado en La Nucía era un resultado escaso. «No vale», dijo Sergio Rodríguez. Lo cierto es que el compromiso es ya pasado y ayer mismo la plantilla estuvo trabajando en Valdegastea, más en una sesión de recuperación para quienes jugaron que otra cosa. Recuperación física para algunos y mental para todos ellos, pues el estado anímico está muy afectado tras una semana para olvidar. La plantilla descansa este martes y será mañana cuando regrese a los entrenamientos, en el mismo escenario. Habrá que ver cómo está Iñaki Sáenz, que no viajó el fin de semana por problemas físicos. Si se recupera, será una de las novedades ante el Castellón.
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