La UD Logroñés suspira por cerrar una semana anormal

Siete jornadas acumula el cuadro catalán sin ganar, aunque no se sabe si esta estadística hay que interpretarla positiva o negativamente estando el club riojano involucrado. Larga es la lista de adversarios a los que ha resucitado, que llegaban en mal momento o con muchas dudas y han salido fortalecidos del envite. Los últimos, Intercity y La Nucía.

Y hoy es Domingo de Resurrección. La cuestión es si la UD Logroñés asumirá el papel de Lázaro o de Jesús. «Hay días buenos y días malos y, además, cada semana recibimos un palo», admitía el viernes por la mañana Sergio Rodríguez en Valdegastea, que pide a sus jugadores que se concentren exclusivamente «en los noventa minutos» después de admitir que la situación es «caótica».

En medio del caos o no, la obligación es la obligación. Y ésta no es otra que ganar, con los riesgos que ello conlleva para un bloque al que le cambias sus puntos de apoyo y se hunde. «El equipo está compitiendo bien, pero cuando hemos ido a ganar el partido nos ha salido cruz», resume.

No es precisamente el Cornellá un equipo que pierda en el RCDE Stadium. Sólo en dos ocasiones y en la primera vuelta. Su gran dificultad reside en romper su mentalidad defensiva. Ya hizo gala en Las Gaunas de una defensa de cinco y acabó ganando el partido jugándolo sin prisa y con un balón en largo a la espalda de los centrales riojanos. Si alguien no tiene prisas en este compromiso es, precisamente, el Cornellá. «No es fácil crearle situaciones de gol. Sus partidos se deciden por pequeños detalles, aunque el otro día encajase cuatro goles», detallaba el entrenador, que aludía a «cambios» en algunos mecanismos para llegar a la portería barcelonesa. Llegar y marcar, porque la ausencia de contundencia es otro de los lastres blanquirrojos.

Entre ese mecanismo se incluye el fútbol con dos puntas, aunque visto el rendimiento de jugadores como Vinicius y Schutte quizá el técnico siga la idea que puso en práctica en La Nucía. Mendes trabajó a los tres centrales y se apoyó en su segunda línea. Doncel y Zourdine ensancharon al máximo el rectángulo de juego para abrir espacios, con el oriotarra convertido en segundo punta por muchos momentos. A ello sumó una presión alta en busca del robo cercano a la portería rival. Ya mostró problemas el Cornellá en el juego en corto entre sus centrales en Logroño.

Aseguraba Rodríguez que la semana ha sido «normal». Esa normalidad contempla que la UD Logroñés no gana su partido al final de la misma. La UD Logroñés busca una semana anormal, diferente, incluso extraordinaria para romper la dinámica e intentar generar otra. Nada más y nada menos. Y da igual quién juegue de una plantilla plena en números y vacía en rendimiento