La SDL vuelve a ganar en casa 111 días después

Saltó al césped la SD Logroñés sabiendo que Cornellà y Sabadell habían ganado sus compromisos, lo que obligaba –más si cabe– a los blanquirrojos a sumar de tres en tres. El premio era dejar atrás a Majadahonda y Sestao, que ayer perdieron.

Los primeros minutos fueron ilusionantes para los aficionados riojanos, con su equipo realizando una presión alta y apareciendo en campo rival merced a la verticalidad de Manny por la banda izquierda. Por ahí llegó el peligro. Primero con un pase que no encontró rematador y luego con un centro-chut que se fue a las manos de Diego García.

Lo siguió intentando la SDL, en esta ocasión a balón parado, de nuevo por la izquierda. Miceli disparó directo a puerta obligando al portero del Arenteiro a meter los puños.

Acción-reacción. Contestó el equipo gallego también a balón parado, en una falta desde la derecha, a la altura de la frontal del área. Pibe le pegó directo y Uri tuvo que emplearse a fondo para despejar en una buena estirada.

Una de las pocas llegadas por banda derecha, obra de Óscar, finalizó en saque de esquina. El balón queda botando en el punto de penalti y Ferni, gracias a un acrobático remate a mitad de camino entre una chilena y una media vuelta, aloja el balón en la red. Se adelantaba la SDL en el minuto 38. Por fin los planes salen bien. Con ese marcador se llegó al descanso.

El regreso de los vestuarios trajo consigo el regreso de Dani Garrido a los campos. Buenas noticias.

Y enloqueció el partido. Primero, entre Manny y Ferni le robaron la pelota al portero, pero el dominicano optó por un pase cuando lo tenía todo para marcar. De susto a susto. Y por partida doble. Cardero lanzó alto el balón cuando estaba solo en la frontal del área pequeña. Y dos minutos después Uri responde con una gran parada a un tiro de Manín.

Pasaban los minutos y subían las pulsaciones. Había mucho en juego y se notaba. La cita estaba rota y el balón iba de área a área. En la gallega fue Salado el que perdonó con todo a favor tras una buena jugada por banda derecha de Garrido y Óscar. Y acto seguido, en el área riojana, Ramos obligó a estirarse a Uri con un disparo raso, seco, a la base del poste derecho.

Cada minuto era un mundo para los locales que acariciaban la primera victoria de la era Larrazabal. Santos encogió el corazón de los presentes en la última acción del partido, pero estaba en fuera de juego.

Pitido final y éxtasis. Queda mucho camino, pero se ve con más alegría.