La SDL no respira; Larrazabal se ahoga

La de este sábado era una nueva oportunidad más, la enésima con la que ha contado ya el conjunto blanquirrojo, la mayoría de ellas desaprovechadas. Yes que la victoria ante el Arenteiro hace cuatro jornadas se convirtió en un espejismo porque los tres resultados posteriores ante Real Sociedad B, Teruel y Sestao River demostraron que la realidad era mucho más triste que la vivida ante el conjunto gallego. Porque, además de los resultados negativos, lo peor para lo de Larrazabal había sido la imagen ofrecida y la escasez de motivos para la ilusión, sobre todo ante los dos últimos, rivales directos en la lucha por la permanencia.

El Real Unión salió con el ímpetu que se le pide a los capitalinos y que le está faltando. Ya los cuatro minutos ya pido haberse adelantado en el marcador. Alberto Solís profundizó por la banda derecha hasta la línea de fondo, cedió atrás y Asier Benito remató totalmente solo fuerte pero demasiado centrado. Detuvo Uri, bien colocado. Pero el miedo ya se había metido en el cuerpo a las primeras de cambio. Y no fue el único susto tempranero, porque otro buen centro tras un gran movimiento de Escobar no pudo ser cabeceado convenientemente de nuevo por Benito.

Pudo ser peor todavía. En el minuto 13, cuando parecía que la SDL comenzaba a tocar y a asentarse, Antón Escobar peleó un balón largo con Murua, se deshizo del central y soltó un zurdazo seco que golpeó con violencia la base del poste local.

Pero no se cumplió esta vez el dicho de 'tanto va el cántaro a la fuente...' porque no fueron los guipuzcoanos los que acabaron encontrando el premio. Señaló en el minuto 19 una falta lejana en la izquierda. Dani Garrido puso un centro medido que acabó cabeceando Salado. El balón salió picado y se fue envenenado mientras subía para acabar colándose en la portería de un sorprendido Charly Pérez. Mucha recompensa para tan pocos méritos.

Eso sí, el tanto dio la tranquilidad a un equipo al que le cuesta muchísimo marcar. Empezó a tener más el balón y a llegar hasta las cercanías de la meta rival. Pero el Real Unión también seguía a lo suyo y Escobar volvió a ganar la partida a los centrales blanquirrojos en otro centro lateral, esta vez desde la izquierda. Pero volvió a fallar en el remate de cabeza, otra vez muy desviado. Tuvo un tercer intento el ariete vasco pero cabeceo centrado y el balón llegó sin problemas a los guantes de Uri. Y el cuarto llegó en el descuento. Una cesión grosera al rival de Ferni en el medio campo acabó con el balón en el nueve visitante. Disparó pero Murua frenó el balón, que llegó sin problemas a Uri.

No generó ocasiones la SDLogroñés en esta primera mitad, pero había equilibrado las fuerzas con respecto al conjunto de Iñigo Idiakez y logró irse con ventaja a los vestuarios. Mucho beneficio obtenido hasta el momento pero también demasiado por mejorar si querían los capitalinos mantener este óptimo resultado.

Y pasó todo lo contrario. El Real Unión salió como en la apertura del partido. Y, ahora sí, tuvo su regalo. Apenas se había cumplido el primer minuto tras la reanudación y un balón muy largo desde la izquierda lo pelean dentro del área Murúa y Escobar, que se lo acaba llevando para ceder en el corazón del área a un Solís que remató a placer para empatar el partido. Mazazo y vuelta a empezar.

Escobar, esta vez el de la SDL, pudo volver a adelantar a los suyos. Gran control el realizado dentro del área pero con remate fuerte pero desviado por el palo corto.

Estaba todavía por ver hacia dónde iba el partido pero estaba claro que en los balones largos y a la espalda de la defensa hacían muchísimo daño a los locales. Y en uno de esos balones largos, en el 55, de nuevo salió perdiendo el jugador blanquirrojo ante el del Real Unión. Esta vez fue Paredes con Escobar. El lateral perdió el envite y derribó al rival antes de entrar en el área. Roja y la SDL a volver a pelear 35 minutos con uno menos.

Bajó pulsaciones el Real Unión para intentar manejar el ritmo e ir desgastando a un adversario con diez. Pero también pareció sosegarse y asumir de buena forma su nueva condición el cuadro local.

Adormecieron los vascos el choque, moviendo para desgastar al mermado contrincante, pero sin la incidencia ofensiva anterior. Como esperando su ocasión. Y se fue acercando, poco a poco, a los dominios de un relativamente tranquilo Uri. Llegaba pero no golpeaba. Habían asustado más antes los guipuzcoanos.

El partido se escapaba sin ocasiones claras desde la roja a Paredes. Pero Óscar estuvo a un manotazo de dar el triunfo a la SDL. Tras un córner de los capitalinos, el balón llegó a Óscar, que soltó un zapatazo que se colaba por la escuadra. Y ahí voló Charly Pérez para estirarse y alargar el guante para desviar el balón por encima del larguero y acabar con las esperanzas blanquirrojas.