La SDL no está a la altura

La situación es crítica. Los riojanos están ya a cinco puntos de la salvación, son el equipo más goleado del grupo y si este domingo gana el Rayo Majadahonda en el campo del Arenteiro se convertirán en el farolillo rojo. Lo único destacable de lo visto en Las Llanas fue el apoyo que el equipo tuvo en la grada. Incondicionales que no se merecen lo que vieron ayer.

Introdujo cambios Larrazabal con Murua en el centro de la zaga, Castellano llevando la manija y Escobar regresando al once, junto a Jaráiz, en la punta de ataque.

Ocho minutos tardó el Sestao en romper la línea defensiva riojana. Guruzeta descubrió las vergüenzas de la zaga de la SDL habilitando un balón por el centro para que Cabo, pisando la frontal de área, fusilara a Uri. Mazazo para los de Larrazabal en la primera acción de peligro del partido.

Y la verdad es que la SDL acusó mucho el golpe porque seis minutos después llegó el segundo tanto del Sestao. Guruzeta, muy cómodo en banda derecha sin que nadie le encime, pone un centro al área para que Kaxe se anticipe a Murua y cebecee al fondo de la red. Apenas había transcurrido un cuarto de hora de un partido trascendental y los blanquirrojo caían con estrépito 2-0.

Se esperaba la reacción de los de Larrazabal pero apenas llegó. Solo Jaráiz, primero con un desvío de balón a las manos de Sergi y luego con un tiro que salió fuera con la colaboración de la defensa, asustaron un poco, muy poco, a la parroquia local.

El Sestao controlaba el partido con comodidad mientras que los riojanos eran incapaces de hilar tres pases consecutivos. Así discurrieron los minutos hasta el descanso. Había mucho que hablar en la caseta porque con la disposición de la primera mitad era imposible sacar algo de provecho en Las Llanas.

No hubo cambios en el descanso por ninguno de los dos equipos. Incluso fue el Sestao el primero que lo intentó desde lejos gracias a Guruzeta –el mejor del partido hasta que se retiró lesionado– que disparó con intención pero su tiro salió cerca del palo derecho de la portería de Uri.

Posesión sin más

El equipo local estaba cómodo y cedió la posesión a la Sociedad, que necesitaba un gol para meterse en el partido pero era incapaz de disparar entre los tres palos. Movió ficha Larrazabal desde el banquillo con un triple cambio sacando a Óscar, Ferni y Luzzi en lugar de Escobar, Jaráiz y Miceli. Apenas se notó sobre el césped.

No llegaba la reacción. Cada minuto era una losa más sobre un equipo, el blanquirrojo, con encefalograma plano. Puig, portero del Sestao, era un espectador más en un Las Llanas con más de tres mil aficionados.

Un centro de Ferni desde la derecha que se envenenó, un saque de esquina de Damiá que nadie tocó y un disparo de Luzzi que se marchó alto fue el pobre bagaje ofensivo de la Sociedad Deportiva Logroñés en el último tramo de un partido que debía ganar sí o sí.

Y pudo ser peor porque en el tramo final del encuentro, con los riojanos mirando solo hacia adelante, el Sestao dispuso de dos ocasiones clarísimas. Primero fue Lopi el que atrapó un balón en profundidad, regateó a Uri en la frontal del área, pero su disparo no tomó la dirección correcta cuando la portería estaba vacía. Y un minuto después Aranzabe se plantó solo ante el portero local pero Uri realizó una gran parada.

Y no hubo tiempo para más. Final y derrota que complica mucho la permanencia de los riojanos. La cita exigía otro nivel de intensidad y de ambición. No llegó ni lo uno ni lo otro.