Mucha pegada y demasiados fallos

No se dejó discutir el balón desde el saque inicial. Quería ritmo de juego Albert Aguilá y ritmo le dieron sus hombres. Ahora bien, los racinguistas tuvieron las primeras ocasiones claras en una sucesión de jugadas en la que dispusieron de un disparo desde la frontal que tocó en la defensa hoy visitante y salió ligeramente alto y un cabezazo al larguero en el posterior córner.

Y es que, si de algo tuvo que tomar notas el técnico de la UDL es de los despistes defensivos de los suyos. Hubo unos cuantos de importancia y, cuando empiecen los partidos oficiales, esos fallos pueden costar puntos.

Lo que es incuestionable es que este equipo tiene pegada. En cuanto pudo, en el minuto 5, se adelantó en el marcador. Un pase en profundidad de Kortazar lo definió con calidad un Schutte que tiene pinta de que va a hacer disfrutar mucho a sus aficionados con su talento si no cae en la desidia.

El segundo tanto tardó poco en llegar. Tan solo nueve minutos. El ariete portugués, esta vez, generó el desequilibrio con un pase filtrado a Campins por la derecha, el lateral centró raso al corazón del área y, tras no llegar Pichín, remachó en el segundo palo Villos.

Sin embargo, el segundo gol dio paso a los peores momentos de los de Aguilá y a los mejores de un Racing Rioja que se subió a las barbas de su superior adversario. Solo Serantes evitó con tres intervenciones, dos de ellas fantásticas, el tanto de los locales. Pero en el 20, el cancerbero blanquirrojo falló y Pitu aprovechó para recortar diferencias levantando el balón por encima del meta.

Landim tuvo el empate tras rematar totalmente solo desde el punto de penalti un despeje blanquirrojo. Serantes hizo la parada del partido con una estirada arriba salvadora. Pero la pegada de la UDL es tremenda y poco después Pichín se inventó un pase de tacón para dejar solo a Campins, que remachó a la escuadra el regalo de su compañero.

Tiene claro Aguilá que el peligro blanquirrojo tiene que llegar desde las bandas, con extremos afilados como puñales o con desdobles de los laterales para alimentar las llegadas por el centro en busca del gol. Y por ahí llega el peligro blanquirrojo. Da igual la banda. Si Campins marcó por la derecha, casi seguido pudo hacer el cuarto Pichín para cerrar el partido ante del descanso con otro pase en profundidad de Arbeloa.

No lo hizo y se complicó la UDL tras el descanso. Pichín, de nuevo, pudo marcar, pero su picada sobre el portero local dio en el palo. Keita falló sorprendentemente con la portería vacía.

El que sí acertó fue Viegas, con un zurdazo desde la izquierda. No estaba tan bien la UDL como el amistoso anterior, más atascada y farragosa ante un más que correcto Racing Rioja. Aunque tampoco necesita mucha elaboración para anotar y, aprovechando un nuevo centro desde el lateral derecho de Lecea Doncel sumó otro más. Los muchos cambios en los dos equipos favorecieron al más fuerte, que controló sin problemas (y con poco brillo), la última fase del choque.