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La historia de Óscar Fernández les puede sonar a muchos deportistas. Un debut muy joven, unas perspectivas altas y una carrera que va por un camino muy diferente al soñado. Continuos cambios de equipo, una autoexigencia exagerada, frustración... Sentimientos que pueden aparecer en cualquier persona cuando las cosas no van bien y que el cántabro, que ahora juega en la SDLogroñés, ha plasmado en un libro con un título que deja claro lo que el lector se va a encontrar: 'Vida y fútbol. La importancia de aprender a fracasar'.
Fernández hizo realidad muy pronto uno de sus anhelos. A los 19 años. «Llego al filial del Racing de Santander muy joven, con un cartel de secundario, y me suben al primer equipo», relata. «Y enseguida cumplo el sueño de debutar con el equipo de mi tierra, al que tres meses antes había visto ascender a Segunda», añade.
El éxito le llega rápido. Lo disfrutó, sí, pero quizás no tanto como debería haberlo hecho. «Con la experiencia de ahora, lo disfrutaría mucho más. No sabía lo que tenía en ese momento», reconoce. Y eso que ese sueño del Racing se prolongó durante tres temporadas más, en Segunda B. «Hasta que se acaba el contrato y me ficha el Alcorcón», recuerda. Una oportunidad, en principio, puesto que los madrileños jugaban en la división de plata, pero Fernández no llega a debutar y esa misma campaña acaba cedido en el Fuenlabrada. «Al principio, estoy genial pero pasan los días y me empiezo a encontrar solo. No me aclimato, echo de menos a mi familia y a mis amigos y empiezo una pelea conmigo mismo», analiza. «Me meto pájaros en la cabeza y mucha presión. Me digo que tengo que triunfar, que tengo que hacerlo bien. Las cosas no salen y me frustro».
Esa soledad de la que habla Fernández la han vivido otros deportistas. Unos se han adaptado mejor y otros, como él, mucho peor. «Si no lo hacía bien, me iba medio llorando, me enfadaba con el mundo», recuerda. «Eso me provocó una especie de depresión y me llevó a tener una ansiedad que me hacía comer más de la cuenta... Y si coges kilos no rindes igual», añade. «Es un bucle».
Esa sensación de frustración le acompañó en el Fuenlabrada, en el Castellón, en el Barakaldo, en el Don Benito. En todos y cada uno de los equipos a los que llegaba y donde no lograba triunfar. «El fútbol me llegó a dar asco porque lo veía todo negro: clubes que no te quieren, tener que irte cedido a otros...», rememora. «Piensas que solo eres un peón y que, si no lo haces bien, te sacan fuera de la partida», apostilla.
Fernández no sale del bache. Lo intenta, pero no lo consigue. Y entonces llega un parón, obligado, eso sí, por culpa del covid, pero que al cántabro le sirvió para ver la vida desde otra perspectiva: «Pensé mucho, también leí mucho; me vino muy bien para mirarme el ombligo y ver qué necesitaba de verdad».
Aun así, en Pontevedra la presión le volvió a pasar factura y fue entonces cuando decidió acudir a un psicólogo. «Me hace ver la vida de otra forma, me enseña que el fútbol no lo es todo y que tienes que centrarte en otras cosas que te ayuden a desconectar», explica. Así, su estado mental empieza a mejorar y a eso se une que ficha por el Racing Rioja en la temporada 2021-22 y se acerca a su casa, a Cantabria. «Eso me ha ayudado mucho porque agradezco poder pasar tiempo con los míos», cuenta. De Logroño pasa al Marino para volver a la capital riojana este año y formar parte de la SD Logroñés. Ahora tiene 28 años, y dentro de ese nuevo recorrido, en Luanco decide ponerse a escribir. «No había escrito nunca, pero muchos autores dicen que es bueno plasmar en un texto tus metas», cuenta. «Empecé así y me propuse hacer algo de lo que me pudiera sentir orgulloso; la salud mental es un tema tabú y yo quiero que deje de serlo», recalca. Un ejercicio, ese de escribir, que asegura haberle venido bien. «Me he quedado liberado porque me he abierto mucho y he sido muy sincero. No me ha importado mostrarme vulnerable y he tratado de exponer aquello que nadie te explica, lo que realmente te vas a encontrar en la vida: te preparan para lo bueno, pero no para lo malo, no nos educan en eso y luego te das la bofetada de realidad, como me pasó a mí», remata el extremo blanquirrojo.
En ese sentido, el cántabro considera que «la sociedad en general» no está preparada en los temas relacionados con la salud mental. «Y, en concreto, en los deportistas se debería incidir mucho porque creo que la cabeza supone más del 70% del rendimiento», destaca. «El físico se trabaja mucho, pero a lo mental, que es mucho más importante, se le tiene que dar más visibilidad», concluye. Y eso es lo que ha tratado con su libro: «Creo que puede servir de ejemplo a profesionales de cualquier ámbito: la vida es un 'caer y levantarse' continuo y cada uno ha de tratar de encontrar su mejor versión».
Óscar Fernández asegura haber dejado atrás sus peores momentos en el mundo del fútbol. Ahora afirma estar «muy contento» en la Sociedad Deportiva Logroñés, donde se ha convertido en uno de los jugadores que mejores sensaciones ha dejado en este inicio de la temporada. «Estoy disfrutando del fútbol y estoy dando mi mejor versión», sentencia el cántabro.
De hecho, considera que se encuentra mejor incluso que cuando jugaba en el Racing de Santander en los inicios de su carrera deportiva. «Allí tenía partidos buenos y otros en los que no jugaba tan bien, pero ahora estoy siendo muy regular», se congratula. «No me estoy metiendo presión y es como si estuviera jugando con mis amigos, que ha sido cuando más he disfrutado del fútbol», añade el extremo blanquirrojo, que fue uno de los once elegidos por Andrés García para su primer once en la SDL. Un duelo, ante el Cornellá, en el que asistió a Rubio para el 2-2.
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