Lugo, una parada entre el pasado y el futuro de la SDL

Así, el enfrentamiento de esta tarde se presenta como un impás entre el pasado y el futuro del club. Lo que importa, como casi siempre, es el presente, y en él los logroñeses están obligados a rendir a buen nivel si quieren lograr un resultado positivo. La semana no ha sido la más convencional posible, eso está claro, pero Juanma Barroso, director deportivo de la SDL y el encargado de llevar las riendas de la preparación tras la destitución del catalán, aseguraba este viernes que su equipo va a salir a por el triunfo. Es más, se mostró convencido de que tiene capacidad suficiente para conseguirlo. «Los chicos son conscientes de la situación y les doy las gracias a todos porque han tenido un comportamiento ejemplar y la semana de entrenamientos ha sido fabulosa; muy, muy, muy buena», recalcó el madrileño. «Estoy convencido de que van a ir a Lugo a competir y a por los tres puntos; son unos profesionales y me lo han demostrado durante esta semana», añadió. Él estará en Galicia, pero no se sentará en el banquillo. Lo harán Jorge Álvarez (preparador físico) y Edgar Jiménez (entrenador del porteros). Ambos siguen en el club tras el adiós de Fabregat.

Lo que no se mueve entre el pasado y el futuro es la plantilla. Esa no ha cambiado, aunque sí que se han acumulado un par de bajas, ya que ni Cova ni Manny podrán jugar en el Anxo Carro al estar convocados con sus respectivas selecciones. Por el contrario, es de esperar la vuelta al verde de Murua y de Javi Castellano, dos piezas muy importantes de esta Sociedad Deportiva Logroñés, claves en los buenos resultados de las primeras jornadas del ejercicio. No volverá, por su parte, Sergio Arratia, quien sigue recuperándose de la lesión que le ha apartado de los planes blanquirrojos en los duelos más recientes.

Enfrente estará un Lugo en crecimiento. No han empezado todo lo bien que se esperaban los gallegos el curso tras su descenso desde Segunda División la pasada temporada. Suman los mismos puntos que la SDL, nueve, pero vienen de lograr su primera victoria fuera de casa, ante el filial de Osasuna. Pedro Munitis, su técnico, ya había dejado claro semanas atrás que esperaba que su equipo fuera mejorando con el paso de los encuentros. Y esa mejoría parece que ha llegado.

Barroso ya hablaba el viernes del potencial del bloque lucense. «Me preocupa todo de él. Esperemos que tengan un mal día y que nosotros lo tengamos demasiado bueno», afirmó. No en vano, a las órdenes de Munitis hay futbolistas con mucha experiencia, tanto en este tercer escalón del fútbol nacional como en superiores.

No se presenta el Lugo como un oponente sencillo y tampoco el partido llega en el mejor momento para los blanquirrojos. Su objetivo ha de ser, a pesar de la atípica semana que han atravesado, dejar en el pasado algo más que a un entrenador, a Jordi Fabregat. También quieren aparcar en ese pretérito las últimas derrotas y abrir así un futuro en el que las buenas noticias ganen la partida a las malas. Y ya se verá en los próximos días quién es el encargado de llevar las riendas del equipo en el viaje a ese nuevo tiempo.