La SD Logroñés no se baja de la nube

Las necesidades apretaban en el Zamora y los primeros minutos fue un claro ejemplo del ímpetu de los visitantes por conseguir un resultado positivo en Las Gaunas. A los dos minutos, Iñigo cabeceaba en dos ocasiones un saque de esquina que salvaba Jero, que justo después tuvo que volver a emplearse en una peinada de Losada que pudo abrir el tanteador. Sin embargo, el Zamora se diluyó en cuanto la SDL comenzó a asentarse y a reivindicar el balón. A los nueve minutos Cubero fue el primero en intentarlo con un poderosos disparo tras un cambio de orientación de El Haddadi. No necesitarían mucho más los blanquirrojos. Parece salirle todo últimamente. Después de una bonita acción individual de Sandoval, al cuarto de hora, un saque de esquina finalizaba tras tres rebotes en el corazón del área, donde Albisua empalmaba al fondo de la red.

SD Logroñés y Zamora llegaban en rachas opuestas y el gol que desatascaba el partido venía para reafirmarlas, para agudizar esas emociones fundamentales. Los siguientes minutos mostraron a un equipo confiado y a uno hundido. Se gustaba la SDL en el juego, moviendo rápidamente el balón y generando tanto por dentro como por fuera. Mientras, el Zamora, desubicado, solamente aspiraba a perseguir camisetas blanquirrojas. «Tenía la sensación de que necesitábamos un tiempo muerto», declararía después David Movilla, entrenador visitante.

El Zamora requería un volantazo para cambiar un partido que seguía el guion local. Habían tenido ocasiones los castellanos, pero ninguna continuidad. Con esa inquietud que generan los puestos de descenso, David Movilla hizo un atípico triple cambio al descanso. En cierta medida consiguió el Zamora mayor presencia en el juego, evitando al menos esa hegemonía blanquirroja del primer tiempo, pero seguía lejos de la portería. La primera acción de peligro fue de Dieguito en el minuto 60, con un potente zapatazo lejano a la base del poste que Jero volvió a salvar.

Mientras, la SD Logroñés intentaba replicar sin renunciar a la posesión, pero lo hacía de forma algo inocente, como su rival, sin llegar con claridad a posiciones de peligro e incluso perdiendo balones en salida. Discurría por lo tanto la segunda mitad con la sensación de que el Zamora quería pero no podía y que la SDL, pese a no brillar como en el primer tiempo, se encontraba relativamente cómoda. Y por si existían dudas, en el minuto 80, justo después de que Jero volviese a salvar un disparo lejano, Calderón ponía raso al área un centro que el reaparecido Jon Ander, tirándose al suelo, empujaba a gol sin saber muy bien cómo, al lado contrario de Villanueva.

Después llegó el susto que paralizó la euforia, un penalti de Caneda. Jero, que ya había hecho suficiente para sostener a su equipo, quiso hacer más y detuvo el lanzamiento de Luque y el posterior rechace. Un portero de los que dan puntos.

El Zamora, pese a sus numerosas ocasiones (tuvo dos más en los minutos finales), vivió la cara amarga de un equipo negado de cara a portería y que se topó con un muro bajo palos. Cuando las cosas van mal, es muy posible de que vayan a peor. Mientras, la SDL encontraba esa efectividad que las buenas dinámicas dan y un triunfo merecido.

Terminó Raúl Llona este sábado con la sensación del trabajo bien hecho, pero subrayando que el partido había sido más difícil de lo que pareció: «Veníamos de semanas de contextos diferentes, había que adaptarse ante el rival que nos iba a plantear dificultades». Sin embargo, la superioridad de la SDL fue palpable, «sobre todo en el primer tiempo», reseñaba Llona, donde «el equipo ha estado magnífico, ha salido todo casi perfecto».

El debe lo ponía el preparador riojano en la segunda mitad, en la que el Zamora mantuvo sus opciones casi hasta el final: «Estábamos un poco más asentados pero hemos tenido más incertidumbre con algunas pérdidas en el centro del campo».Finalizaba la SDL el partido como segunda en la tabla (después fue superada por el Dépor), pero Llona le restaba importancia: «Me dice poco, aunque es cierto que estar así nos da más tranquilidad para poder trabajar, pero nos queda un mundo. Hay que aprovechar y disfrutar este momento pero siendo conscientes de que en cualquier momento puede llegar una racha negativa y debemos estar preparados para afrontarla».