Derrota de la SD Logroñés antes de una nueva etapa

Sin Jordi Fabregat y todavía sin el nuevo técnico cerrado, fue Edgar Jiménez, entrenador de porteros de los riojanos, el que dio la cara en el banquillo. De pie en el área técnica siguió las evoluciones de sus pupilos, que partieron con un once en el que la principal novedad era la apuesta por reforzar el centro del campo con un jugador de corte más defensivo que acompañara a Castellano. Jugaron juntos el canario y Gexan de inicio con Murua como lateral y Ezkurdia como acompañante de Trespalacios en el eje de la zaga. No salió bien la apuesta, dado que los riojanos se mostraron frágiles en defensa en ese primer acto.

Arrancaron bien, con ganas de agradar, pero pronto el Lugo se hizo con el control. Jozabed y Thiago Ojeda ganaban la partida en la medular a una SDL que perdía demasiados balones en situaciones comprometidas. Y los gallegos cuentan, como quedó demostrado, con futbolistas muy rápidos y de calidad en ataque. De hecho, solo las buenas intervenciones de Iruarrizaga impidieron que los locales se adelantaran en el marcador antes de lo que finalmente hicieron.

Había llegadas en ambas áreas, pero las del Lugo eran más claras y dos de ellas acabaron en la red. La primera llevó la firma de Nacho Quintana, quien remató a la red un centro de su compañero Víctor Narro. La segunda llegó tras un pase de Jozabed que Willy mandó a la red con un certero disparo cruzado. Ezkurdia rompía el fuera de juego.

El partido cambió en el segundo acto. El Lugo se diluyó como un azucarillo en el café y la SD Logroñés creció como esos boxeadores que sacan el carácter cuando se ven casi noqueados. La entrada de Óscar Fernández, que como siempre se comportó como un revulsivo muy fiable, y el cambio de espíritu en el centro del campo, más ofensivo, les vinieron bien a los logroñeses. Tanto que en los primeros compases acumularon hasta tres oportunidades claras para acercarse en el marcador. En las dos primeras no acertaron ni Óscar Fernández ni Jordi Escobar, pero al delantero se le presentó una más y no falló.

El ariete firmó un golazo al culminar una buena jugada colectiva iniciada por Óscar Fernández. Dani Garrido le dio continuidad con un acertado pase interior y Escobar dio lustre a la acción con una maniobra de mucho mérito. Con una pisadita dejó en el suelo a su marcador y se quedó en el mano a mano con Lucas y con su definición superó al guardameta rival. Era el minuto 61, por lo que a la Sociedad le restaba aún mucho tiempo para tratar de sacar un resultado positivo.

Tiempo había. Llegadas también hubo, pero no se vieron más goles de los blanquirrojos. Tras la igualada, el duelo se rompió con completo. No había dueño del balón y las jugadas iban de un área a otra con mucha velocidad. La SDL pisaba mucho el campo rival, pero también tenía que correr hacia atrás cuando los lucenses robaban en cualquier lugar del campo. Ahí salió de nuevo a relucir la figura de Iruarrizaga para dejar el empate a solo un gol de distancia.

En el área contraria, la SD Logroñés puso bastantes centros al área. No dio la sensación de ser un equipo muerto y abandonado a su suerte por los malos resultado y acabó el partido muy cerca de la portería del Lugo. Sin embargo, tantos acercamientos no se tradujeron en numerosas oportunidades claras, aunque Luzzi tuvo en sus pies la igualada con un remate en el segundo palo que atajó Lucas sin demasiados problemas. Ya no se vieron más goles en el Anxo Carro y la SD Logroñés confirmó así que, por cuarta ocasión consecutiva, se marchaba de vacío de un partido.

Con el objetivo de reponerse a esas cuatro derrotas consecutivas afrontará desde este lunes la Sociedad Deportiva Logroñés esa nueva etapa liderada por Andrés García. Del partido de este domingo puede extraer tanto conclusiones positivas como negativas, pero lo primordial en su caso es empezar a sumar de tres en tres porque los logroñeses se están acercando de un modo muy peligroso a las posiciones de descenso. Romper la mala dinámica ha de ser su primer objetivo.