La SD Logroñés afronta una nueva etapa sin tres de sus pilares

No son tres despedidas fáciles de asimilar. Sin ellos, la SD Logroñés pierde a un futbolista muy importante tanto en el campo como en el vestuario, al entrenador que le ha llevado a conseguir las dos últimas temporadas el objetivo de la permanencia con holgura y al hombre fuerte en los despachos, arquitecto junto al propio Llona de unas plantillas que se han revalorizado campaña tras campaña.

El primero en decir adiós fue César Caneda. Lo hizo antes de disputar el último partido de liga contra el Atlético Baleares. Se marcha después de tres temporadas y 64 encuentros en sus piernas. Un jugador clave no solo por su rendimiento sobre el terreno de juego sino también por su experiencia y su capacidad para transmitir conocimientos a los futbolistas más jóvenes del equipo.

Que podía ser la última temporada en Logroño del defensa era algo que se podía intuir desde hace semanas. También estaba claro que Raúl Llona iba a tener muchos pretendientes después del rendimiento mostrado en la SDL los dos últimos años. Así ha sido y finalmente el técnico riojano acabó decantándose por la oferta de la Cultural. Con los leoneses volverá a competir en Primera Federación, pero con un presupuesto y unos objetivos mucho más ambiciosos que los que ha tenido en Las Gaunas.

La SDL pierde a Caneda, pierde a Llona y pierde también a Miguel Chocarro, una persona que ha desarrollado diferentes funciones en la entidad hasta convertirse en el director deportivo. Llegó con los blanquirrojos a Primera Federación y ahora busca nuevos retos, seguramente también dentro de esa categoría. Su futuro parece ligado al San Fernando gaditano.

Sin estos tres nombres ya en el club, a la Sociedad Deportiva Logroñés se le abre ahora una nueva etapa en prácticamente todos los estamentos deportivos. Y no solo eso. Les esperan a los responsables blanquirrojos unos días de intenso trabajo para empezar a configurar la próxima temporada. En teoría, el primer paso debería ser el fichaje de un nuevo director deportivo para que este se encargue posteriormente de la contratación del entrenador y juntos planifiquen una plantilla con la que competir de nuevo en el tercer escalón del fútbol nacional.