Larrazabal: «La mano dura existe pero teniendo la convicción de que hay que intentar no ser intransigente»

Y esa idea que propone Larrazabal, que llega con otro histórico como Gorka Iraizoz, es tener el balón con el propósito «de querer hacer daño, ser protagonistas, intentando presionar en campo rival y tener la posibilidad de ser muy intensos». A su juicio, eso es lo que marca la diferencia y «nosotros tenemos esa idea preconcebida». Afirmó que su grupo técnico va a trabajar «muchas horas para que los chicos sepan y tengan esos automatismos para ejecutar este sistema de juego». Algo a lo que los jugadores «se tienen que adaptar también rápidamente». Larrazabal recordó que el 4 de enero es la primera prueba, en Tajonar, ante Osasuna Promesas. «Vamos a ver si somos capaces de transmitirles los conceptos para ese día, pues lo más importante si no llegamos al cien tendrá que ser muy cerca», enfatizó el exjugador del Athletic.

El míster comentó que pese a cerrarse su fichaje en los últimos días, a su cuerpo técnico le ha dado tiempo de ver algunos partidos de la SDL. «He visto alguno, también muchos resúmenes y es un equipo que ha sido quizás un poco irregular. Ha sido capaz de ganar seis partidos y en esta categoría la igualdad es un factor muy determinante; pequeños detalles hacen inclinar la balanza hacia un lado o hacia el otro. A los jugadores les conocemos y vamos a ver si sacamos el máximo rendimiento de ellos», afirmó.

Explicó el preparador que la categoría tiene mucha igualdad y hay muchos jugadores con un nivel alto. «Probablemente aquí tenemos jugadores que pueden dar ese nivel y debemos intentar conjuntar lo antes posible al equipo y todo el buen trato que tienen con el balón, todo lo que pueden hacer con esos principios técnicos, debemos sumarle las ideas tácticas de disciplina e intensidad que necesitamos para que el equipo dé un rendimiento alto».

Cercanía y rigor

El vizcaíno no esconde que es un entrenador cercano a los jugadores, pero a los que a veces hay que tratar con rigor. «No puedo ser el padre de ninguno de los chicos que tenemos en el vestuario, pero sí que hay que conocer o intentar conocer un poco más la vida de cada uno porque tenemos nuestras familias, nuestras situaciones y ahí es donde tenemos que intentar convivir con ellos», dijo Larrazabal. «Evidentemente tengo que exigirles y ahí es donde no puedo ser amigo de los jugadores. Soy el entrenador y en momentos pues la mano dura existe pero siempre teniendo la convicción de que hay que intentar no ser intransigente y llevarles de la mejor manera posible para que ellos puedan tener un rendimiento satisfactorio».

En este sentido, apuntó que en su carrera ha tenido innumerables entrenadores y que de cada uno ha aprendido bastante. «Pero casi todos los que he tenido ha habido un nivel humano importante y eso es lo que marca la diferencia en muchos momentos». Preguntado acerca de los jugadores que han pasado por la cantera de Lezama (Iruarrizaga, Murua, Trespalacios, Aurtenetxe) indicó que puede jugar a su favor porque les conoce, pero eso no supone que sea un favor para ellos: «Que no crean que porque yo les conozca puedan tener más minutos si no me lo demuestran en los entrenamientos. Eso ya lo tienen claro y cada uno demostrará quién tiene que estar en el once cada fin de semana», sintetizó un técnico que considera que el fútbol también es un deporte que se juega con cabeza y cuando hay bloqueos, se trabaja para «liberar» a los jugadores. «Somos entrenadores, pero también tenemos una parte de psicólogos sin haber hecho la carrera y lo que tenemos que intentar es dotarles de todas las herramientas que ellos puedan manejar en el futuro para intentar solventar esta situación», sentenció.

Con respecto a posibles refuerzos en este mercado invernal, Larrazabal comentó que la dirección deportiva blanquirroja trabajará para ver qué posibilidades hay de sumar nuevos fichajes para mejorar la plantilla. «Intentaremos tener la plantilla más competitiva que podamos», asumió el míster.