Un empate de valor incierto

La tensión se palpaba sobre el césped del Municipal de Palamós en un partido en el que el propio Larrazabal había reconocido que él y los suyos se jugaban «la vida». Mucho grito e intensidad en unos primeros minutos en los que los locales intentaron de inicio sorprender con algunos balones en profundidad que ya se esperaban los blanquirrojos.

Los primeros acercamientos llegaron del lado visitante, por la banda de un Gexan que retornaba al once. Desde la derecha, sus saques de banda se convirtieron en algo parecido a un córner. En uno de ellos, Salado retuvo el balón en el punto de penalti y cedió a Miceli para el primer disparo entre los tres palos del choque, eso sí, centrado y blando a las manos de Rubén Miño. Corría el minuto ocho.

Estaba bien colocado el cuadro blanquirrojo pero cinco minutos después, en el primer córner del partido, el Cornellà dispuso una jugada ensayada que finiquitó con un tiro lejano Armando que acabó sin problemas en los guantes de Oriol. El técnico riojano optó por dar entrada por vez primera esta campaña a su segundo portero. Hasta ahora, Iruarrizaga se había mostrado inamovible para los tres entrenadores que han pasado por el banquillo de la SDL.

Los catalanes intentaban presionar y buscar sin demasiada elaboración a Clau Mendes, aunque la zaga logroñesa controlaba sin muchas dificultades al ex de la UDL que, sin embargo, se mostraba activo y no esquivaba el contacto.

Un minuto después de la media hora de juego, la SDL tuvo la ocasión más clara con un buen disparo desde el lateral derecho del área de Schmerböck. Despejó con dificultas Miño y, en la segunda jugada, el centro de Ferni lo remataba de cabeza Salado por encima del larguero.

Se adueñaba del partido una Sociedad bien plantada. Sin embargo, en el 35 los de Larrazabal se quedaban con diez. Curro, que había visto la amarilla poco antes, no midió bien en un balón dividido en el centro del campo y cazó a Mendes. Segunda amarilla, roja y a la calle con casi una hora por delante. Se le daba la vuelta al guion al técnico blanquirrojo. La SDL pasaba de dominador a ver cómo el Cornellà intentaba aprovechar su ventaja numérica para sacar alguna renta. No lo hizo porque siguió bien plantado el conjunto logroñés pese a estar en inferioridad. Ya no era capaz de llegar la SDL al área rival pero, al menos, tampoco parecía sufrir demasiado los insulsos e improductivos envites locales. Sin embargo, quedaba todavía por delante la segunda parte y a los catalanes, tres puntos por encima del descenso, les valía más el empate que a su adversario, vicecolista del Grupo I.

Introdujo Gonzalo Riutort en el descanso a Gonpi para que los suyos fueran más incisivos en ataque pero salió valiente la SDL, con la presión alta y sin querer renunciar a acercarse a la portería catalana si le daban la oportunidad. No podía controlar el balón demasiado tiempo el equipo blanquirrojo y el Cornellà tampoco quería tener la pelota. Gonpi había dado más profundidad a los suyos y los locales no especulaban. Lo tenían claro los verdes. Habían incrementado el ritmo y no temblaban a la hora de buscar los pases profundos y directos. Se jugaba más en campo visitante y se inclinaba la balanza del lado del Cornellà. En el minuto 56, Canario tuvo el gol en sus botas pero su derechazo desde lejos se escapó por escasos centímetros junto al palo izquierdo riojano.

Riutort subió la apuesta y metió más pólvora con Robert Simón, José Mas y Luisao para cercar la portería de Oriol en la media hora final. Refrescaba Larrazabal a su mermado once con Manny y Damiá. Definitivamente el Cornellà se lanzaba a por los tres puntos y asediaba a una SDL que se defendía ordenada pero que comenzaba a sufrir más. Un centro de Andreu Hernández desde la derecha acabó con un testarazo ligeramente desviado en la que fue la primera jugada de peligro de Clau Mendes en todo el partido.

Apenas podía llegar a tres cuartos la Sociedad. Bastante tenía con proteger su portería como para buscar la portería rival. Acumulaba acercamientos y peligro el conjunto catalán. Gonpi, Armando o Mendes lo intentaban pero sin acercarse siquiera a rozar el gol. Ahora bien, si alguien estaba buscando el triunfo era el Cornellà. La SDL ya parecía dar por bueno el empate con diez minutos todavía por delante, solo la frescura de Manny por la izquierda daba alguna opción a los capitalinos de llegar hasta Miño. Si no se podían conseguir los tres puntos, al menos era importante que no se escapara el que estaba costando tanto defender. El quiero y no puedo de los verdes se combinó con la estoica defensa blanquirroja y, finalmente, la SDL pudo celebrar el empate y un punto al que habrá que darle su valor, incierto ahora, más adelante.