La dura derrota en Tarragona frena las aspiraciones del Calahorra

Respecto al resultado, el técnico fue tajante. «El Nástic metió tres goles y el Calahorra dos y en eso no hay discusión», dijo mientras felicitaba al rival por su triunfo y los tres puntos conseguidos. Además, sobre las decisiones del colegiado con las jugadas protagonizadas por las manos de uno y otro equipo (el gol del triunfo del Nástic llegó por un penalti pitado por mano dentro del área de Zubiri) no quiso entrar en el juego de reproches y dejó claro que él juzga a sus futbolistas y que para opinar sobre el árbitro ya está su comité. «Valoro mucho el esfuerzo de los chicos, que lo consideran injusto. A mí se me ha pasado la edad de pelearme por ese tipo de cosas. Tengo otras prioridades para hacerles mejorar. En lo otro no puedo influir», comentó resignado y con la experiencia que acumula. «Lo estamos viendo en el VAR en Primera División y creo que cada vez hay más nebulosas sobre ese tipo de acciones», zanjó el técnico vasco.

En relación a las dos versiones ofrecidas por su equipo a lo largo del partido, con una mejor prestación después de regresar del descanso, Pouso explicó: «Cambió el acierto, porque la idea desde el inicio era la misma, apretar arriba. Para contrarrestarlo el Nástic recurrió a un juego más directo. En la segunda parte metimos en la primera o segunda llegada y tuvimos un subidón».

«El equipo perdió queriendo ganar y creo que estuvimos más cerca de la victoria en esos minutos. Ahora no queda otra que seguir trabajando y mejorando. Flagelarte no tiene sentido. Hay que levantarse e intentarlo en el siguiente partido», finalizó el entrenador del conjunto riojano.