La UD Logroñés comienza con empate en Amorebieta

Si algo ganó este sábado esta nueva UD Logroñés en tierras vascas fue tiempo. Tiempo para ir armando el equipo, tiempo para le llegada de nuevos jugadores, tiempo para que éstos vayan conociéndose entre sí, tiempo para que el técnico vaya analizando a sus hombres y, a su vez, tiempo para que estos últimos asimilen lo que Mere Hermoso quiere de ellos. Tiempo. Es lo propio de la pretemporada más allá de los marcadores, aunque éstos siempre sean significativos. Tras este partido, la UD Logroñés puede seguir trabajando con calma en un inicio de rumores.

Mere Hermoso se presentaba a su primera prueba sin un once de la primera plantilla. Solo siete. La formación estaba salpicada de jugadores del filial, en los que Hermoso reitero su confianza. Los dos guardametas, Pradas y Daza son de la plantilla que entrena Juanan García. Flaño comenzó en el lateral derecho y Antonio y Ander Dulce en la medular. No jugaron Tekio, Medina, Iñaki, Sierra y Ousama, por diferentes motivos. Y tras el descenso, Hermoso formó con los once futbolistas del equipo de Segunda RFEF.

Fue el Amorebieta el que quiso mandar y el que asumió la posesión del balón. Lógico, es de superior categoría. Y además, llegaba a su cuarta cita de pretemporada sin conocer el triunfo y en ese estado sigue. «El rival nos ha exigido mucho y quizá no estamos acostumbrados aún a este tipo de juego», admitía Hermoso al finalizar un encuentro que calificó de «entrenamiento» en un momento en el que «apenas» suma «unos días trabajando».

Fruto de esa posesión, Bilbao pudo adelantar a los locales, pero respondió Pradas a sus intenciones. Y antes del descanso, Guruzeta estrelló el cuero en la madera. Ahora bien, de marcar hubiera supuesto el empate, pues Aridane y Cano se asociaron para que el primero filtrase el cuero a la espalda de la zaga vasca y el valenciano superase a Santamaría con un disparo raso. Rasgos propios de los protagonistas de la acción. Calidad y visión del primero y calidad, llegada y definición del segundo.

El descanso conllevó muchos cambios en ambos equipos. El Amorebieta encontró el gol de la forma más inesperada. Zarra puso el cuero al primer palo y Víctor marcó en propia puerta en su intento de despejar el balón. Se había equilibrado la balanza, aunque para el once de Urritxe no era suficiente. La UDL aguantaba. Alí Radjel, en su regreso a un partido vestido de blanquirrojo, puso a prueba a Santamaría. Poco después fue Daza el que apareció bajo palos para abortar el doble intento de Orozco y Amorrortu. Empate de distintos significados.

«Nos vamos con sensaciones positivas, aunque nos falta preparación. Estoy contento con la actitud y orden e iremos mejorando», resumió Mere Hermoso.