El Calahorra suma quince jornadas como farolillo rojo

El Calahorra, de hecho, no ha logrado dejar los puestos de descenso a Segunda División desde el tercer partido del campeonato, que jugó contra el Barcelona B el 11 de septiembre de 2022 y perdió en tierras catalanas. El empate del inicio liguero ante el Real Murcia le hizo estar duodécimo en la tabla y un nuevo empate, en esta ocasión contra la Real Sociedad B en La Planilla, le dejó en decimacuarta posición en la segunda jornada. A partir de ahí, cayó a la zona peligrosa y los amagos de recuperación, con una revolución en la plantilla incluida, no han gozado de continuidad y no han servido para subir peldaños y salir del pozo del descenso.

El equipo dirigido por Carlos Pouso desde finales de diciembre (comenzó en el banquillo Juan García y le sustituyó puntualmente Israel Vicente) suma tres derrotas consecutivas en un momento en el que sólo le sirven los triunfos, acumular puntos de tres en tres, si aspira a mantenerse en la categoría. Además, en su feudo no acierta con la tecla para aprovechar el factor campo y el apoyo de su público.

La plantilla se entrenó ayer, hoy descansa y continuará preparándose mañana miércoles, el jueves y viernes para el partido que jugará el sábado, a las 17.00 horas en el estadio Nuevo Castalia frente al Castellón, que ocupa el segundo puesto con 52 puntos.

El Calahorra tiene 23 en su haber, está a once de la ansiada permanencia, es el competidor que menos victorias suma (cuatro en treinta jornadas) y menos goles ha marcado (veintidós). Matemáticamente todavía puede obrarse el milagro, porque quedan por delante ocho partidos con veinticuatro puntos en juego, pero la trayectoria rojilla hace previsible lo inevitable, el descenso a Segunda Federación.