El Calahorra cae con honores

La confianza de jugar en casa dio al Calahorra un buen ritmo de juego durante los primeros compases de su tercer amistoso de la pretemporada. Se medía a un rival de altos vuelos, un Segunda División, pero eso no hizo que los rojillos bajasen la cabeza esperando caer ante el que apuntaba como favorito. Los locales querían dar la sorpresa y percutieron con ahínco buscando algún hueco en el muro defensivo oscense. Consiguieron encontrarlo pasado el cuarto de hora con un disparo desde el borde del área de Barace que se topó con un zaguero visitante. No hubo suerte.

El Calahorra siguió intentándolo con una muy buena imagen sobre el verde, una imagen que se vio ensombrecida cuando el Huesca aprovechó un balón parado para estrenar el luminoso de la Planilla. El tanto llegó tras un córner de Salvador que remató Blasco con su espuela al fondo de la red en el minuto 20.

Por unos minutos, el conjunto calagurritano se empequeñeció. Costó volver a dar orden al equipo pero finalmente se logró gracias, en mayor medida, a la encomiable labor de Álex Arias en el centro del campo. El jugador se convirtió en la pieza clave del ataque rojillo siendo el artífice de la gran mayoría de ocasiones de cara a portería. Lo intentó por el interior, desde el saque de esquina e incluso combinando en una jugada con Recio y Carrasco, que lanzó desde la frontal un potente disparo que repelió el defensa Euse.

Fue el Huesca el primero en tomar la iniciativa tras la reanudación aunque lo hizo sin gran peligro con un lanzamiento sin fuerza de Vilarrasa a los guantes de Antonio Valera que se reencontraba en este partido con sus antiguos compañeros. José Ángel Ziganda quería dar minutos a todos los suyos, de ahí que en el minuto 58 decidiera cambiar a casi todo el equipo. Nueve jugadores oscenses se pusieron las botas para disputar la última media hora de partido ante un Calahorra que decidió potenciar su ofensiva con la entrada del delantero Sergio Chinchilla. El ariete quiso probar suerte con un disparo muy escorado que terminó llegando a las manos del meta visitante que atajó sin mayores complicaciones.

Se notó sobre el terreno de juego la frescura y energía de los nueve azulgranas que acababan de entrar al verde poniendo la balanza del lado del Huesca tanto en presión como en posesión. Y es que apenas dejaron opciones a un Calahorra que iba y venía sin encontrar premio. Salieron los canteranos Aarón y Blanco justo cuando la renta del equipo oscense podía haber crecido si Antonio Valera no hubiera atajado con su guante el dardo de Soko desde dentro del área pequeña.