El Calahorra alcanza la tranquilidad

El duelo en el Francisco de la Hera arrancó con algo menos de público de lo habitual, debido a la situación del equipo, en ascuas económicas y con las inclemencias meteorológicas en el ambiente con una ligera lluvia bañando el verde. No tardaron los pupilos de Docampo en mostrar sus galones. Barace se perfiló en el vértice izquierdo del área y de fuerte derechazo y parábola letal quitó las telarañas de la escuadra de Pedro López a los siete minutos para situar el 0-1. Un mazazo.

El Calahorra siguió explorando las debilidades locales y volvió a enseñar sus cartas en un remate de Manu Ramírez que apenas incomodó al meta local. El equipo de Manuel Mosquera seguía deambulando por el terreno de juego buscando las bandas, pero sin horizonte alguno en el remate. Llegó el turno de Carlos Vicente, que, de sutil tijeretazo en la frontera del área, desplegó un remate cándido que fue cómodamente a los pies del meta local. Del Extremadura poco que reseñar, más allá de un centro con criterio de Attipoe al área chica al cumplirse el ecuador del primer acto que paró atento Iricibar. Al equipo local le podía más la mente que las piernas y, pese a su situación, trabajó con bastante dignidad en el césped. Lo más significativo del Extremadura llegó al filo de la media hora en un mano a mano de Vargas con Zubiri que no engañó al colegiado. Poco después se retiró lesionado Cristian Fernández, que fue relevado por Ugarte. Quedaban poco más de diez minutos para el intermedio y el cuadro de Docampo elevó la tensión con un testarazo de Jorge Martínez que obligó a justificar la nómina al guardameta local.

En el descanso Manuel Mosquera relevó a Álex Ligero y ocupó su hueco en el extremo Coris en busca de unas luces que nunca se encendieron para el Extremadura, mientras que Docampo apostó por David Soto en lugar de Carlos Vicente. Sin visos de reacción local, el Calahorra sentenció el partido al poco de la reanudación. Barace se plantó solo tras recibir un envío en largo y con tranquilidad y colocación cruzó su disparo para anotar el 0-2.

El Extremadura tiró la casa por la ventana y su portero evitó el sonrojo con una buena intervención en el misil de Jorge Martínez. El doble relevo local solo dio como respuesta un tiro de Sandaza. Restaban 20 minutos, pero como si quedase una eternidad. Todo estaba decidido.

El técnico expresó su satisfacción por el triunfo. «Ha sido un partido muy complicado para nosotros y quiero felicitar a los jugadores del Extremadura por la imagen exhibida. Desde aquí les doy todo mi ánimo porque es una situación por la que no nos gustaría tener que pasar».

Reconoció que fue un encuentro en el que el rival les puso las cosas «dificilísimas». «Buscábamos ponernos por delante pronto porque entendíamos que iba a ser un golpe psicológico para el rival. En la segunda mitad sacamos a un jugador más rápido (David Soto) para intentar aprovechar los espacios a la espalda de los centrales y nos ha salido bien», añadió Docampo.