El Arenteiro muestra las carencias de la SD Logroñés

El Arenteiro supo potenciar sus fortalezas sustentadas en dos nombres propios, Markitos y Pibe, y sacar partido de las debilidades de una Sociedad incómoda, que no halló durante la primera mitad continuidad en su fútbol y que además se mostró muy poco contundente en las áreas. Y eso puede convertirse un problema importante para un equipo en el que Sergio Arratia fue la gran novedad del once. Jordi Fabregat dejó en el banquillo a Castellano y le dio la oportunidad al joven mediocentro.

La lluvia fue una de las protagonistas del encuentro. Caía incesantemente desde el comienzo y fue el Arenteiro el que mejor se supo adaptar a esas circunstancias. Manejó mejor el balón y generó las primeras oportunidades de gol. Esos acercamientos acabaron desembocando en el 1-0, un tanto nacido de un centro medido de Markitos y finalizado con un cabezazo en el segundo palo de Pibe. Nadie siguió al extremo, que batió a Iru mientras buena parte de los defensas de la SDL levantaban la mano pidiendo un fuera de juego que no se señaló.

No empezaba bien el encuentro para una SDL que, al igual que le pasó ante el Barcelona B, no tenía el control del esférico. Aun así, el gol en contra pareció espabilar a los este domingo visitantes, o al menos a uno de ellos, Toni García. De los pies del extremo nacieron dos grandes oportunidades de los riojanos para reponer las tablas. La primera de ellas terminó con un doble remate de Aurtenetxe que Diego García repelió y la segunda, tras un gran pase del propio García, finalizó con Rubio marchándose del guardameta rival (si se hubiera ido al suelo, el penalti era claro) y definiendo. Vitra sacó su disparo bajo palos.

La Sociedad había reaccionado bien, pero enseguida volvió a ceder la iniciativa a sus oponentes, quienes avisaron de su peligro con un cabezazo de Ger y pusieron el 2-0 cuando sus dos jugadores más desequilibrantes volvieron a encontrarse. Apareció de nuevo por la izquierda Markitos, puso un gran centro con el exterior, y Pibe culminó la jugada con un remate acrobático. Golazo para dejar el duelo casi sentenciado antes del descanso.

En la segunda mitad, la SDL tuvo más control del juego que en la primera, pero sin encontrar demasiada profundidad. De poco sirve gozar de la posesión del esférico si eso no se traduce en jugadas peligrosas, en pases con intención, en remates. A la Sociedad le costó dar ese paso y, cuando lo halló, la jugada se perdió sin consecuencias.

La faltaba rapidez al conjunto blanquirrojo, que echaba en falta más apariciones de Dani Garrido entre líneas. El riojano es un futbolista que tiene esa capacidad para dar velocidad al ataque de su equipo, pero necesita entrar más en contacto con el balón. Cuando lo hace, pasan cosas. Y de hecho tras un pase del mediapunta y un centro de Damiá, el balón acabó en la red rival impulsado por Jordi Escobar. Para desgracia riojana, el tanto no subió al marcador porque el colegiado había señalado un fuera de juego previo del autor de la asistencia.

Fabregat intentó buscar esa mayor profundidad por las bandas con la entrada de Pepe Carmona y Óscar Fernández, así como más clarividencia en la medular con Edu Martínez. Dio un paso adelante el bloque logroñés y eso supuso dejar más huecos atrás. El Arenteiro, con mucho menos ritmo que en el primer acto, intentó aprovechar esa circunstancia para sentenciar, pero no tuvo tanto acierto como antes del descanso. O eso parecía. No en vano, cuando el partido estaba a punto de morir, Manín, que acababa de entrar al terreno de juego, recogió un pase de Álex Fernández y puso el 3-0 definitivo.

El partido ya no tenía historia. La SDL había perdido y se había dado de bruces con la realidad de una categoría tan competida como esta Primera Federación. Cualquier rival te puede superar. Y el Arenteiro así lo hizo con los logroñeses.