Amarga despedida de Las Gaunas

La de esta tarde será última comparecencia de Larrazabal ante su afición. Es tiempo de balances: «El balance no es positivo porque lo traducido en puntos y en el objetivo que el club buscaba cuando me contrató, que era intentar salvar la categoría, no se ha cumplido. Intentar se ha intentado de la manera más comprometida para intentar revertir la situación en la que el equipo se encontraba. Y no ha sido posible».

El invitado a esta fiesta, el Lugo, llega en una situación desahogada, con los deberes hechos. Noveno en la tabla, con 49 puntos, los tres últimos partidos los ha ganado por un resultado similar: 3-1. Sin embargo, Larrazabal ve el partido de esta tarde como una oportunidad. Ya sin presión, toca mostrar todo lo que tiene el equipo y que no se ha visto hasta ahora: «A veces son partidos más entretenidos, precisamente por el hecho de no tener esa presión».

Ni Óscar ni Paredes

En lo deportivo, Aitor Larrazabal no dejó entrever ninguna revolución ahora que el descenso se ha consumado: «sacaremos el once que consideremos más adecuado para ganar el partido». Los que no serán de la partida son Óscar y Paredes. El primero, sancionado; el segundo, lesionado. El resto de jugadores se encuentra a disposición del míster.

La temporada llega a su fin con un ambiente enrarecido. Por lo que se ve, y también por lo que se intuye. Ayer Larrazabal volvió a ser preguntado por la oferta de continuidad por parte del gerente que el técnico desveló y que el presidente de la entidad ha desmentido. «Lo que dije y vuelvo a decirlo hoy es que el gerente me animó a seguir. No sé si fue a nivel sondeo, porque en las conversaciones entre gerente y presidente, obviamente, yo no estoy. Ahí no puedo entrar, pero que me animó a seguir para la temporada que viene, eso sí lo puedo decir y lo dije en su momento. Nada más. Hasta ahí...».