Aitor Larrazabal comienza con mal pie en la SD Logroñés

El inicio de los riojanos fue malo. No se habían disputado ni dos minutos y los navarros ya habían generado un par de acercamientos peligrosos en las botas de Buján y Svensson. A la Sociedad le costó hacer acto de presencia en el encuentro y para cuando se quiso dar cuenta ya iba por detrás por culpa de una falta muy mal defendida. Jon García la botó y nadie siguió a Ander Yoldi, quien libre de marca y casi en el área pequeña superó a Iruarrizaga. A quemarropa. Mazazo para la SDL y para Larrazabal.

Cuando el marcador es adverso todo resulta más complicado. A nadie le gusta remar en contra de la corriente, pero a los logroñeses no les quedó más remedio en Tajonar. Tras el gol, les costó despertar, apenas lograban encadenar tres pases seguidos, pero poco a poco empezaron a tener presencia, sobre todo por la banda derecha y desde los pies de Óscar Fernández. La presión comenzó a dar sus frutos y Castellano y Damià robaban balones que permitían a sus compañeros salir rápido. Así, Aurtenetxe y Óscar Fernández gozaron de dos buenas oportunidades para equilibrar la contienda, pero ninguno encontró portería.

La Sociedad estaba creciendo, pero a punto estuvo de complicarse mucho más la vida al filo del descanso. Permitió una contra clara de Osasuna B y solo la mala decisión de Svensson impidió que la ventaja navarra se doblara. El descanso llegaba y los riojanos seguían vivos.

Seguramente, el inicio de la segunda parte era el que Aitor Larrazabal hubiera diseñado para el primer acto. La Sociedad estaba mucho más enchufada, con una presión que agobiaba las vías de salida de Osasuna B y con muchísima más presencia en el campo contrario que sus rivales. Volvieron bien de los vestuarios los riojanos y consiguieron mantener ese ritmo durante muchos minutos, pero se encontraron con dos problemas los este jueves visitantes: el primero, el marcador estaba en contra y el segundo, la falta de acierto en los metros finales, bien en el pase definitivo o bien en el disparo a puerta.

Los de Larrazabal hicieron méritos para igualar la contienda. Hicieron que sus oponentes se sintieran incómodos y generaron los suficientes acercamientos como para que el tanteador, al menos reflejaran unas tablas que no llegaban. Acariciaron el tanto Gexan, Damià y Javi Castellano, pero ninguna de esas jugadas acabó como hubieran deseado los riojanos, es decir, con los jugadores celebrando el tanto.

El partido de los blanquirrojos era merecedor de un mejor resultado, pero de nuevo la fragilidad defensiva les pasó factura. No en vano, en una jugada aislada local, Trespalacios se mostró muy poco contundente en su despeje y Ander Yoldi lo aprovechó para sentenciar la contienda.

Y aún fue peor porque Azcona, nada más ingresar en el terreno de juego, puso un 3-0 que no reflejaba los méritos de ambos equipos, pero que sí dejaba a las claras algo en lo que Larrazabal ha de hacer hincapié: o la SDL se muestra más contundente atrás o sufrirá mucho.