Agua a la vista en la ciudad deportiva

Agua a la vista. Tierra, no, agua. La Unión Deportiva Logroñés sigue trabajando en sus instalaciones de Valdegastea con la intención de trasladarse lo antes posible a su nueva casa. En el seno del club riojano se confía en que este mismo mes de octubre se pueda trabajar sobre los dos campos de césped artificial. Ahora mismo, eso sí, las categorías inferiores de la UD Logroñés están desperdigadas por las diferentes instalaciones municipales, donde se les ha encontrado acomodo de urgencia, porque no tenían previsto su uso.

La mejor de las noticias que se puede visualizar en un paseo por los aledaños de la instalación es que la balsa que se construyó para almacenar agua presenta ya una enorme cantidad de metros cúbicos del preciado líquido, porque preciado es cuando no se tiene, en este caso en el subsuelo. Una balsa de enormes dimensiones que está perfectamente perimetrada para evitar accidentes, ya que aunque está dentro de la parcela de 126.000 metros cuadrados, no se ubica dentro del recinto sobre el que se está actuando, con tres terreno de juego, dos de hierba artificial y uno más de césped natural. Los sintéticos, de hecho, ya presentan un aspecto muy similar al que tendrán cuando los diferentes conjuntos blanquirrojos se trasladen a la instalación para empezar a acumular horas de trabajo.

No en vano, con agua todo se ve diferente. Los campos de césped artificial se pueden regar; con agua pueden entrar en funcionamiento, por fases, esos 1.700 metros cuadrados de vestuarios y otras dependencias cuya construcción está muy avanzada; y con agua se puede sembrar el campo de césped natural reservado para el primer equipo y que se ubica al sur de la instalación.

Estamos en octubre. No es tarde para la siembra, pero tampoco pronto. Ahora toca arrancar con ese proceso o esperar a la primavera, con lo cual la actual temporada estaría perdida. Los operarios que se pueden ver en la instalación se afanan en los trabajos propios de las capas de drenaje para tener la parcela lista para su siembra lo antes posible.

Mejor aspecto presentan los dos rectángulos de hierba artificial. Están acabados, como la instalación eléctrica que les alimentará de luz artificial, y perimetrados con valla para separar el campo de juego del espectador. En ellos deben jugar desde el equipo de Segunda Federación hasta los más pequeños, tanto en chicos como en chicas. La llegada del agua hace que el aterrizaje de la UDL allí se vea cada vez más cercano.

• Temas
• Unión Deportiva Logroñés (UDL)