Año I de la era Neymar: decepción deportiva y éxito mediático

«Cuando Neymar llegó a París estuvimos dos meses hablando en la televisión china», recuerda Robert Li, miembro de una peña de aficionados de PSG en China. Al igual que miles de aficionados locales, este aficionado está feliz de ver a la estrella brasileña celebrar su primer aniversario con la camiseta del PSG en Shenzhen, donde disputará el Trofeo de Campeones (Supercopa francesa) el sábado ante el Mónaco.

Un año después del día del «traspaso del siglo», que llevó al PSG a gastar 222 millones de euros para arrebatar a Neymar al Barça, 'Ney' se dio este jueves un baño de masas en su llegada a China. Y ello pese a sus polémicas simulaciones en el Mundial y a su más bien decepcionante año en el PSG.

Neymar es sin duda una estrella del marketing, con 200 millones de seguidores en las redes sociales. Y el PSG cuenta con valerse de su notoriedad en su intento de alcanzar al Real Madrid o al Bayern de Múnich en cuanto a posicionamiento como marca. El faraónico traspaso de Neymar permitió al club parisino ver aumentados sus ingresos, aunque el precio a pagar supuso colocarse en el punto de mira de la UEFA en el marco del 'fair-play' financiero.

Su etapa en París comenzó con buen pie, con un saludo de bienvenida en la Torre Eiffel y grandes actuaciones en sus primeros partidos. Pero el entusiasmo inicial se fue enfriando con el paso de los meses.

Su lesión en el pie y su polémica operación en Brasil situaron al PSG en medio de una mediática novela por entregas, en la que cada gesto y cada declaración eran escrutados con lupa. Y lo que es peor, la prolongada ausencia de Neymar alimentó los rumores sobre su posible marcha al Real Madrid. Los aficionados del PSG tuvieron que esperar hasta julio para que su ídolo confirmase que seguirá la próxima temporada en París.

Pero lo cierto es que el brasileño no dio su mejor nivel en la Liga de Campeones. Desapercibido en la ida ante el Real Madrid, se perdió por lesión la vuelta. De regreso con su club tras cinco meses, y con un Mundial decepcionante de por medio, el '10' brasileño debe centrarse en el nuevo curso. Y recuperar la confianza de sus compañeros, como Edinson Cavani, después del 'penaltigate' y de sus lágrimas en rueda de prensa al ser acusado de individualista. «Es cierto que hubo un problema en aquel momento con Neymar. Lo hablamos. Le dije que yo era el primero en querer que gane distinciones individuales. Pero siempre que anteponga los objetivos colectivos», declaró el uruguayo en mayo.

Tras alejarse de la sombra de Messi en el Barça, Neymar deberá cohabitar con Kylian Mbappé, héroe galo en el Mundial de Rusia, y con la aureola de astro del fútbol mundial. «Estoy contento de la llegada (de Gianluigi Buffon), pero también de la del nuevo entrenador (Thomas Tuchel), así que espero que juntos hagamos una gran temporada», desveló Neymar en una entrevista a la AFP en julio. Aunque para ello deberá primar el plano colectivo.