Marruecos, un equipo que puede ganar a cualquiera

análisis del rival ·
La selección norteafricana es un bloque disciplinado en defensa, veloz y con calidad en ataque

iñigo agiriano

Martes, 6 de diciembre 2022, 00:20

Pocas selecciones han acudido a este Mundial con un entrenador distinto al que les llevó a clasificarse. Una de ellas fue Marruecos. El bosnio Vahid Halihodzic todavía dirigía al combinado marroquí cuando los Leones del Atlas jugaron la última ronda de clasificación ante la República ... Democrática del Congo. Sin embargo, en agosto la federación marroquí decidió prescindir de los servicios del técnico balcánico. Los motivos tenían que ver, principalmente, con el conflicto abierto entre el entrenador y dos de las estrellas de la selección, Hakim Ziyech y Noussair Mazraoui, que estaban apartados del grupo y no habían acudido a la última Copa África. Curiosamente, es la tercera vez que Halihodzic se queda sin un Mundial para el que se había clasificado, ya le ocurrió lo mismo con Costa de Marfil en 2010 y con Japón en 2018.

Su sustituto fue Walid Regragui, exjugador de la selección que llegó a militar en el Racing de Santander. Venía avalado por sus éxitos en el Wydad de Casablanca, donde ganó la Champions africana y el título liguero. Su estilo tenía muchas similitudes con el de Halihodzic, de manera que los jugadores lo han encajado bien. Y no solo eso. También solucionó el conflicto con Ziyech y Mazraoui y está contando con ellos en esta Copa del Mundo.

Sistema y modelo de juego:

En Marruecos, Regragui siempre ha tenido fama de defensivo, un técnico no especialmente proclive a asumir riesgos. Los tres partidos disputados hasta la fecha refuerzan esa idea. En los dos primeros, consciente de enfrentar a selecciones de mayor calidad como Croacia y Bélgica, Regragui planteó los partidos dispuesto a regalar el balón al rival y esperarle en bloque medio.

En ambos encuentros Marruecos mostró ser un equipo muy sólido, difícil de penetrar tanto por dentro como por fuera. No presiona a lo loco, sino que sabe qué pases debe permitir y en qué momentos toca saltar de forma agresiva. En esa fase el combinado africano alterna entre un 4-1-4-1 y un 4-4-1-1. En ambos casos, los extremos se hunden a la altura del medio campo. La única diferencia está en el rol de los interiores; en función del sistema rival, Ounahi y Amallah se mantienen por delante de Amrabat o uno de ellos se empareja con el pivote y el otro se ubica por delante, para ayudar al delantero en la presión.

Con el balón, Marruecos tiene calidad suficiente para dominar los encuentros, pero no se siente especialmente cómodo teniendo que proponer. A Regragui le gusta que su equipo aproveche las transiciones, siempre buscando rápidamente los costados donde se juntan los dos futbolistas de más calidad, Ziyech y Boufal, y dos laterales con capacidad ofensiva como Mazraoui y Achraf.

La influencia de Achraf:

El guardameta sevillista Bono es el titular indiscutible, aunque un problema estomacal le apartó del partido ante Bélgica y su puesto lo ocupó Munir. En la defensa marroquí se da la curiosidad de que está formada por dos laterales derechos y dos centrales zurdos. Regragui opta por alinear a los mejores y esos son los cuatro defensores marroquíes más destacados, los centrales Aguerd y Saiss y los laterales Achraf y Mazaraoui, éste último actuando por izquierda. El lateral del PSG es posiblemente el mejor futbolista del país y Regragui ordena el juego ofensivo de su equipo para que se vuelque sobre esa banda derecha. En la defensa también ha tenido minutos el central del Valladolid El Yamiq.

Amrabat es el faro:

Sofyane Amrabat ha sido posiblemente uno de los jugadores más destacados de la fase de grupos del Mundial. El medio centro de la Fiorentina es un jugador muy inteligente, siempre bien colocado y con calidad para la distribución. Tanto el ataque como la defensa marroquí se organizan en torno a él. Los interiores son Ounahi y Amallah, aunque este último se quedó fuera el partido ante Canadá para que entrase Sabiri, futbolista de la Sampdoria, el único cambio que ha hecho Regragui en su once durante la fase de grupos.

Mucha calidad en los costados:

En las bandas juegan dos futbolistas, Ziyech y Boufal, que, cada uno en su nivel, representan a la perfección el perfil del jugador tipo marroquí, para el que parecen tener un molde en el país africano. Futbolistas descarados, con mucha habilidad técnica, pero en ocasiones excesivamente barrocos. Tanto el extremo del Chelsea como el del Angers responden a ese perfil. Ziyech es más inteligente y tiene un golpeo de balón exquisito, mientras que Boufal es más rápido y alocado.

Ziyech juega a pie cambiado para trazar diagonales hacia dentro y dejar el espacio para las subidas de Achraf, mientras que Boufal, que también juega a pie cambiado, se mantiene más abierto, a sabiendas de la tendencia de Mazaraoui a ocupar posiciones interiores al ser un diestro jugando en la izquierda. En la delantera, Marruecos lamentó la baja por lesión de Tarik Tissoudali, uno de sus referentes ofensivos. Su lugar en esta Copa del Mundo lo ha ocupado Youseff En-Nesyri, delantero del Sevilla, que ya ha anotado un gol.