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Me decía Borja Iglesias que dos cosas le llamaron la atención en su primera convocatoria a la selección española: el ambiente distendido de 'colegueo' en la concentración y el buen humor de Luis Enrique. «Da la sensación de que es un tío muy serio, muy ... tajante, pero en realidad en el trato cercano es muy distinto. Todo el rato está bromeando con las situaciones de entrenamiento». Y, además, es capaz de ridiculizarse delante de los jugadores, alegando que él «viene de la prehistoria» y que el fútbol actual es muy superior.
Es frecuente que los individuos que tienen una dimensión pública irradien una imagen que no concuerda del todo con su personalidad. Dado que solo accedemos a lo que hace y dice en calidad de un cargo, un oficio o un rol específico -sea entrenador de fútbol o ministro del gobierno- relegamos el resto de rasgos que desconocemos por completo. Nuestra visión de él es parcial y, frecuentemente, distorsionada.
Afirma el periodismo que trata con Luis Enrique que tenemos al técnico más vinagre desde Clemente. Son similares, verdaderamente. La lealtad requiere a veces salir a la palestra y estar dispuesto a llevarse los tortazos con tal de que los pupilos puedan trabajar en paz. Es más, cuanto más discutido sea un jugador, más le arropará el entrenador. Luis Enrique lo aprendió de Clemente. El técnico vasco se la jugó cuando sentó en el banquillo a la Quinta del Buitre y prefirió a Luis Enrique que a Míchel. Clemente eligió la casta, el coraje y el compromiso del asturiano. Cuando alguien se mata por ti genera un vínculo indisoluble. Ello repercute en el rendimiento: el jugador está dispuesto a partirse la cara en el campo no solo para no defraudar la confianza del míster, sino para ser vencedor, junto a su mentor, en la cruzada mediática que a veces les pone en el punto de mira.
Hay quien piensa que Luis Enrique va de chulo por la vida, que es un soberbio que no escucha a nadie y un testarudo inflexible. Pero poniendo de 9 a Morata, una y otra vez, a pesar de -o precisamente por- las críticas, Lucho demuestra que está dispuesto a comprometerse con un jugador si este lo da todo. Es fiel a un estilo de juego y a quien cree que puede plasmarlo mejor en el terreno. Parece coherente y sincero.
Sin embargo, toda forma de ser y actuar tiene sus claroscuros. Los psicólogos han identificado un tipo de personalidad que basa su identidad en ir a contracorriente. Son autónomos y competitivos. Y se muestran en público cortantes e indiferentes a la opinión ajena, pues quieren irradiar seguridad y aplomo. A veces viven algo atormentados, porque, en el fondo, toda aquella frialdad constituye una coraza. De hecho, tienen necesidad de experimentar el calor en el ámbito cercano. Se sienten a gusto luchando contra el mundo, pero requieren de un círculo estrecho de fidelidad y cariño. Ahí muestran su mejor cara y contribuyen a crear un ambiente de seguridad y confianza.
Nada nuevo bajo el sol, pues es cuestión antiquísima. Julio César era criticado por su arrogancia. Su 'veni, vidi, vici' fue considerado en su época una expresión de su altanería. Pero, como otros generales de la antigua Roma, César basó su éxito en los estrechos lazos que creó con sus soldados. Con los senadores se mostraba prepotente y desconfiado. Pero a sus legionarios les permitía que le tomaran el pelo y creaba un ambiente de fraternidad en que él era el primero en dar la cara. Suetonio cuenta que, para ganarse a los soldados, los llamaba 'conmilitones' (camaradas). Aquella forma de ser volvió a sus tropas «muy fieles a él y muy aguerridos».
Luis Enrique dice que, cuando era jugador de la selección, se hubiera tirado desde un puente por Clemente. Y Borja Iglesias cuenta que ya ha sentido cómo el asturiano fomenta el buen rollo y la fidelidad de grupo. Cuando veo a parte de la prensa lanzarse sobre el técnico tras cada convocatoria, me imagino a los senadores despotricando y proponiendo que se corten las alas al Divino Julio. Entonces me acuerdo de que, con su personalidad, consiguió conquistar las Galias. Claro que todos sabemos cómo acabó César.
============OP02 TIT OPINIÓN 2 (78002437)============
¿Soberbia o personalidad?
Desde antiguo, algunos líderes han sido displicentes con el exterior, #pero cercanos y fieles con los suyos
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