Gavi, fuego en el campo

Xavi Hernández, entrenador del Barcelona, lo define como «un corazón con piernas». Luis Enrique, seleccionador de España, dice que es «un volcán en erupción». Iván de la Peña, su representante, sostiene que «es pura pasión». El diario británico 'The Guardian' lo ha distinguido como uno de los 60 futbolistas pertenecientes a una nueva generación que brillarán y representan el futuro del fútbol. Didier Deschamps, seleccionador de Francia, comentó que «es maravilloso para el fútbol el descubrimiento de un jugador con el talento de Gavi». Y Sergi Milà, del que se dice se convirtió en su padre deportivo desde que abandonó a los 11 años su pueblo natal, Los Palacios y Villafranca (Sevilla), y entró a formar parte de La Masia del Barcelona, lo describe así: «Solo tiene el fútbol en su cabeza». Y este miércoles hizo historia: anotó la diana más rápida de un futbolista español en la historia de un Mundial y la FIFA le eligió como el mejor jugador del partido.

Su nombre es Pablo Martín Páez Gaviria, pero se ha presentado en el fútbol con las primeras cuatro letras del apellido de su madre, Gavi. Su presentación en el fútbol ha sido impetuosa, tal como es él cuando salta al campo, tal como demostró en el estadio Al-Thumama. Tal como lo ha sido desde que comenzó a jugar en las calles de su pueblo, o en el Leira, equipo alevín en el que llegó a marcar más de 90 goles en una temporada. Tan vertiginosa como va su carrera profesional. A los 11 años en La Masía, a los 15 ya es llamado para la selección de esta categoría, e inmediatamente a la Sub'16. A los 17 se estrena en Primera con el Barcelona, y luego a la Sub'18, y con 17 años y 62 días se convierte en el jugador más joven en debutar con la selección absoluta, y nada menos en una semifinal de la Liga de Naciones contra Italia. Y este miércoles en marcar en un Mundial. Todo es intenso en este chico, del que afirma Luis Enrique es difícil no enamorarse. «No solo porque corre, lucha y su nivel defensivo es top. También es ofensivo y con el balón es especial. Un interior puro, que golpea con ambas piernas, capaz de recibir entre líneas, capaz de dar el último pase, que tiene gol y que remata de cabeza».

Los elogios llueven para Gavi, del que la anécdota que más lo identifica es la que protagonizó, con 12 años, en dos finales de torneos cadetes contra el Atlético. La primera en Zaragoza, el Barça la perdió, pero hubo insultos y broncas entre padres. La segunda fue en Puerto de la Cruz. Ahí demostró que nació para ser líder y un ganador nato. Después de la charla de su entrenador en el descanso, Gavi intervino para recordar a sus compañeros que no se olvidaran del anterior partido, en el que los padres nos insultaron: «Vamos a meterles más», ya ganaba el Barça 4-0. Acabó 6-1. «Es una bestia competitiva», comenta el técnico de su club, que acaba de hacerle un contrato hasta el 2026 y con una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros.

Iván de la Peña señala que Gavi no ha cambiado nada su carácter. «Le da igual jugar en el patio que en el campo. Es difícil encontrar un jugador tan completo hoy en día en el que ya los niños no juegan en la calle. Gavi tiene genio, talento y un gen competitivo increíble. Subir al primer equipo del Barça en una situación difícil porque se había marchado Messi y hacerlo como lo ha hecho él lo dice todo».

Trofeo Kopa y Golden Boy

Es Gavi, el chico que no esconde nada, todo fuego y corazón en el campo, reciente ganador del Trofeo Kopa y del Golden Boy, sucediendo a otra figura del fútbol español como Pedri, ambos jugadores fundamentales en la selección como demostaron este miércoles en Qatar, y exponentes brillantes de una generación de futbolistas tan competitivos como talentosos. Humildes y responsables, sin miedo a la fama, nacidos para el éxito.

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