De las convicciones a las dudas
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La derrota ante Japón en la primera jornada ha dejado a la Alemania de Flick en una situación límiteiñigo agiriano
Domingo, 27 de noviembre 2022, 00:02
Todo pintaba bien para la selección alemana al término de los primeros cuarenta y cinco minutos ante Japón el pasado miércoles en su estreno del Mundial. La línea de tres de Hans Flick funcionaba, los carrileros llegaban con peligro, Müller y Musiala eran indetectables ... para el medio campo nipón y Gundogan y Kimmich dictaban el tempo del partido. Se adelantaron los germanos de penalti y dispusieron de varias ocasiones para cerrar el partido, pero no lo hicieron y lo acabaron pagando. El seleccionador japonés modificó el esquema al descanso y formó a su vez con una defensa de tres centrales. El nuevo sistema sentó de maravilla a su equipo, que defendió mucho mejor.
Invirtiendo la manida frase, podemos decir que el mejor ataque es una buena defensa, porque solo a partir de defender con orden Japón se encontró cómoda con la pelota y sus jugadores de más calidad aparecieron. Los cambios también influyeron decisivamente; mientras que los asiáticos pusieron sobre el terreno un once extremadamente ofensivo, Flick decidió quitar a Gündogan, y el cambio sentó como un tiro a su equipo, que perdió el control del centro del campo. La derrota dejó a Alemania, hasta entonces una selección llena de convicciones, envuelta en las dudas.
Sistema y Modelo de juego:
En la primera mitad ante Japón pudimos ver todo lo que Hansi Flick quiere de su equipo, algo similar a lo que era su Bayern: un conjunto que ataque mediante la posesión del balón y que realice una asfixiante presión en campo rival. Con la pelota Gundogan y Kimmich controlan el juego, ayudados por Nico Schlotterbeck, un central con una gran sensibilidad para la asociación en corto. Los dos interiores deben mantenerse a la espalda del medio campo rival y tener paciencia para que sus compañeros les encuentren en esos espacios. Ante Japón, Alemania volcó mucho el juego hacia la derecha para obligar al rival a bascular hacia esa zona y buscar rápidamente el cambio de frente. En ese aspecto, las apariciones de Raum fueron claves para el ataque teutón. Sin la pelota, Alemania quiere ser agresiva y presionar en campo rival con la línea muy adelantada. Especialmente intensa fue la presión tras pérdida, que logró cortocircuitar los primeros pases japoneses y forzar a balones largos donde se imponían los centrales germanos. En la segunda mitad esa presión disminuyó y eso fue fundamental para que los asiáticos se encontraran más cómodos en el encuentro.
La defensa de tres por obligación:
En la portería Flick sigue apostando por Neuer, lo que relega a Ter Stegen al banquillo. Como suele suceder en el fútbol de selecciones, ciertas posiciones quedan vacías incluso en países de gran nivel. Eso ha ocurrido en el lateral derecho alemán. Desde la retirada de Phillip Lahm, no ha habido ningún jugador de nivel suficiente para hacerse con el puesto, lo que ha obligado a Flick a jugar con una línea de tres centrales, formada por Niklas Sule, Antonio Rüdiger y Nico Schlotterbeck. Esta defensa permite al técnico de Heidelberg jugar con un teórico extremo, Serge Gnabry, como carrilero diestro, mientras que en la izquierda juega una de las revelaciones del Mundial, David Raum que hace dos temporadas jugaba en la segunda división alemana.
Una pareja excepcional:
Puede parecer una exageración, pero pocas selecciones pueden presumir de un medio campo como el de Alemania. Quizás España sea la única que se puede acercar al nivel del Gündogan-Kimmich, dos jugadores sobresalientes, que entienden el fútbol a las mil maravillas y que se complementan bien, pues el futbolista del City tiene la llegada de la que carece Kimmich. Como alternativas destaca Leon Goretzka. Por delante juega Musiala, un chico de 19 años que ya es titular en el Bayern y en la selección y que rebosa talento por los cuatro costados. Ante Japón se quedó sin minutos Leroy Sané, que puede actuar en esa posición, aunque se siente más cómodo en la banda. El que si participó fue Mario Götze, el héroe de 2014, que Flick ha recuperado para la causa.
La falta de un delantero:
La lesión de Timo Werner hizo mucho daño a Alemania. Su lugar lo ocupó ante Japón Kai Havertz, pero el futbolista del Chelsea no es un nueve al uso. Por detrás actuó el sempiterno Thomas Müller. El único delantero puro de la convocatoria germana es Niclas Füllkrug, del Werder Bremen. Las alternativas son dos futbolistas del Borussia Dortmund, el jovencísimo Youssoufa Moukoko y Karim Adeyemi, aunque son atacantes que juegan mejor acompañados de otro delantero o incluso caídos en banda.
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