Un segundo hogar en Qatar

Que nadie se engañe. Los trayectos a todos esos lugares, también a los estadios, no dejan de ser largos y complicados, y en muchísimos casos hay que lidiar con el tráfico atroz de Doha porque otras combinaciones son inviables. Pero en mi caso el cambio se agradece. En Rusia 2018 España quedó concentrada en Krasnodar, a más de 300 kilómetros de cualquier sede oficial del torneo y lejos, lejísimos, del resto de selecciones. Hoy tiene como vecinos a Argentina y Países Bajos.

Después de tanto viaje de una a otra punta de Doha, el punto de reunión es el IBC, el centro de prensa internacional. Otro punto de unión con las citas olímpicas. Hablamos de un microcosmos que abre las 24 horas del día en donde bulle la actividad. Aún recuerdan los periodistas argentinos la larga madrugada allí tras la derrota ante Arabia Saudí. Entre ellos, por cierto, estaba Macaya Márquez, periodista de 88 años que en Qatar ha alcanzado la increíble cifra de 17 Mundiales cubiertos. Comenzó en 1958, y desde entonces no se ha perdido ni uno. Recuerda con cariño ver levantar la Copa a Pelé y a Maradona y hoy en día se sigue asombrando con Messi.

El IBC es nuestra segunda casa, el lugar donde compartir risas, experiencias y aprendizajes con decenas de compañeros. Y es que salvo camas, allí hay de todo. Comedor, cafetería, supermercado, tienda de regalos, centro médico o lavandería. Lo que por cierto me recuerda algo importante...